Herido. El soldado estadounidense Joseph Foster, su esposa Mandi y su hija de 6 meses Keilee atienden a los medios.
TEXAS, EU.- El jefe de Estado Mayor del Ejército, general George Casey, pidió a los comandantes que estén alerta ante posibles reacciones contra musulmanes en otras unidades militares.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado dijo que iniciará una investigación de la masacre.
En declaraciones a diversos programas de televisión, Casey dijo que enfocarse en las raíces islámicas de Hasan podría "acentuar la reacción" contra todos los musulmanes en las Fuerzas Armadas, y sostuvo que la diversidad "nos hace fuertes".
Casey se negó a responder preguntas sobre la investigación, pero dijo que todas las pruebas hasta el momento indicaban que Hasan actuó por cuenta propia. El general inspeccionó Fort Hood el viernes junto al secretario del Ejército, John McHugh.
El senador Joe Lieberman dijo que quiere determinar si se trató de un ataque terrorista y si el Ejército pasó por alto las señales de advertencia. El senadopr independiente por Connecticut dijo que si Hasan había mostrado señales de radicalismo islamista, el Ejército debería haberle demostrado "tolerancia cero" y dado de baja.
En retrospectiva, los signos cada vez más claros del descontento del mayor Nidal Malik Hasan sobre las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán parecen casi inconfundibles.
Pero incluso aquellos que pensaban que sus opiniones cada vez más estridentes afectaban un poco su capacidad para servir en el ejército, estaban lejos de imaginarse el ataque sangriento por el que se le acusa.
En los meses antes del tiroteo del jueves, en el que murieron 13 personas y 29 más resultaron heridas, Hasan solía sorprender a la gente al decir que la guerra contra el terrorismo era una "guerra contra el islam" y tenía problemas para encontrar qué decir a los soldados musulmanes que tenían dudas sobre luchar en países islámicos.