Nacional Salario mínimo Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

Alertan sobre nuevos adolescentes prematuros

10 y 14 años se comportan como si tuvieran 16 o 17

El universal

MÉXICO, DF.- Cada mañana se levanta de mal humor, si sale a la calle se vacía la mitad del perfume, pone brillo en sus labios y no suelta su bolso; tiene el closet lleno de ropa, pero todos los días usa el mismo pantalón; no tolera que sus papás le llamen la atención y tiene reacciones desmesuradas ante cualquier regaño; se siente incomprendida. Lupita mide 1.60 metros, sólo tiene 11 años y “parece toda una adolescente”, dice su mamá, Laura, quien trabaja todo el día.

Fernanda, bióloga de la Conservación y doctora en Ciencias, es la mamá de Daniel, que en agosto cumplió 11 años. Ella dice que se reconoce en su hijo, “pero cuando yo tenía 16 años, a su edad era muy infantil. Nosotros esperábamos una adolescencia más tardía, creo que no nos estamos adaptando a tratarlos a la velocidad que ellos requieren”.

En el caso de Linda, “le ha tocado ser precoz porque siempre ha estado muy adelante, entró chica a la primaria y ha tenido que convivir con chavas más grandes. Sentí que en sexto llegó un momento en el que acabó de estar, era muy feliz en la primaria, pero empezó a aburrirse porque se generó muchas expectativas con la secundaria”, cuenta Paty, la mamá de esta pequeña que a sus 12 años “está enamorada de Mel Gibson, sabe su vida y hasta celebra su cumpleaños”.

En México, en el año 2000, uno de cada tres habitantes (34.1%) era menor de 15 años, según datos del estudio “Mujeres y hombres en México 2006”, editada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

La doctora Andrómeda Valencia, responsable del Programa de Apoyo Psicosocial para Niños de la Facultad de Psicología de la UNAM, dice que cada vez con más frecuencia estamos viendo, “a más temprana edad, comportarse como adolescentes a nuestros niños de entre 10 y 14 años”, cuando lo normal era hablar de esta etapa entre los 15 y 17 años.

UN FENÓMENO CONTEMPORÁNEO

La población infantil en México constituye un grupo muy importante, tanto por el volumen que concentra, más de 32.6 millones, como por los requerimientos específicos que plantea en ámbitos como la salud, educación y seguridad social, entre otros.

De acuerdo con Valencia, cuya especialidad son los niños con enfermedades cronicodegenerativas, problemas de conducta, sobrepeso, ansiedad y depresión, no es una locura hablar de adolescentes a los 10.

“Una cuestión muy importante es el factor biológico y la alimentación, aunque el inicio de este crecimiento prematuro también está relacionado con cambios en nuestra sociedad; las cosas a las que nosotros como jóvenes teníamos acceso y la forma como nuestros padres nos educaron, fue totalmente diferente al tipo de recursos al que tienen acceso ahora los niños”, explica.

Entre los 8 y 10 años, cuenta, ya podemos ver en las escuelas primarias, entre segundo y quinto, “una preocupación por la apariencia física, la aparición cada vez más temprana de trastornos de la alimentación, principalmente anorexia y bulimia, aunado a la facilidad que tienen para acceder a Internet y la información que les proporcionan en las escuelas”.

Las entidades federativas con las estructuras más jóvenes son Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde entre 38% y 39% de los habitantes no rebasa los 15 años. En contraste, en el Distrito Federal y en Nuevo León, en 2000 se apreciaban las proporciones más bajas de menores, con porcentajes de 26.5% y 30%, respectivamente.

A nivel nacional, este grupo de edad era el único en el que el total de hombres superaba al de mujeres, en términos porcentuales en 50.7% de niños y 49.3 de niñas.

En cambio, este fenómeno de ver convertidos a los niños en adolescentes, se da por igual entre mujeres y hombres, aunque biológica y evolutivamente las niñas tienen un crecimiento más rápido y una maduración emocional más precoz, aunque Valencia dice que para tercero de secundaria estas diferencias ya no se notan.

LA NEGACIÓN DE LOS PAPÁS

“Sin llegar a ser insoportable, se generaron en Linda muchas ganas de cambiar. Es terrible para nosotros porque los chicos empiezan como a separarse de una manera más radical, y no tengo duda de que se pondrá peor”, cuenta Paty.

Los papás no están asumiendo del todo el hecho de que sus niños sean adolescentes, porque miden su precocidad en base a los estándares que antes teníamos. Así lo explica Estela Velázquez, quien desde hace seis años trabaja en la clínica Neurocom con niños y jóvenes de 5 a 18 años.

Con una maestría en Terapia familiar sistémica, Velázquez dice que es necesario ir adaptando esos estándares a la actualidad que estamos viviendo, porque de lo contrario “sus pequeños adolescentes los agarrarán de sorpresa”.

“Esto trae una serie de conflictos a nivel de los papás, les genera ansiedad, preocupaciones, los hace actuar en una forma defensiva, rígida, estereotipada, lo que trae para los chicos también mayor ansiedad y viven estas etapas con mayor rebeldía”.

En este sentido, Fernanda cuenta que su hijo Daniel empieza a encerrarse más en sí mismo, “se va a su cuarto a tocar la guitarra o a oír música, la convivencia familiar ya no es tan intensa como antes y hay de su parte una necesidad de independencia cada vez mayor y de ponernos freno como papás, además reacciona a las situaciones de conflicto de una manera desmesurada”.

Los chicos, agrega la especialista de Neurocom, “vomitan las cosas a través de agresiones verbales o simplemente se ‘encapsulan’ o les dan a los papás lo que quieren, pero en la escuela hacen su vida como consideran, eso trae bajo rendimiento escolar, problemas de conducta, violencia a diferentes niveles y frustración”.

Velázquez dice que los niños “cada vez reciben más estímulos dirigidos. Además, en estos tiempos en los que papá y mamá trabajan, ellos tienen que ser cada vez más autosuficientes en varios aspectos, sin contar que están siendo muy estimulados a nivel escuela para defender sus derechos; hoy en día tú le gritas a tu hijo en un centro comercial y todo el mundo te voltea a ver, aunque ahí falta que los conscienticen de que llevan una responsabilidad”.

Valencia concluye: “Algo muy importante es acompañarlos muy de cerca entre los 10 y los 11 años, cuando todavía hay oportunidades de tener actividades en conjunto, familiares, ahí podemos aprovechar para fortalecer nuestras vías de comunicación, y ser muy tolerantes, para no perderlos”.

Siempre serán nuestros niñitos

Gabriel Dartiz, director de la primaria Sócrates desde 1986 y egresado de la carrera de Psicología de la UNAM, dice que los papás deben tratar a sus hijos de acuerdo a su edad. “Como padres de familia siempre serán nuestro niñitos y hay una tendencia de protección, si el niño tiene 12 lo tratamos como si tuviera 7. Hay que ser congruentes con su propio desarrollo, en la escuela tratamos de usar un lenguaje ad hoc a lo que ellos esperan, la idea es que los niños entiendan y comprendan lo que dicen, aunque es muy complicado porque la influencia de los medios distorsiona muchos aspectos”.

Andrómeda Valencia dice que estamos educando “niños poco tolerantes, más irritables, con mayor necesidad de cosas materiales. Además, los niños desde muy temprana edad tienen una vida social propia. Ahora los pequeños les aclaran a los papás todos los compromisos que tienen, cuando antes la agenda dependía de los padres”.

Riesgos

Puntos de conflicto más significativos

- Situaciones propias de la edad: los embarazos no planeados, el uso de

fármacos, la violencia y trastornos alimenticios.

- Trastornos emocionales; hay que platicar mucho con ellos y, en su caso,

acudir a un psicólogo o terapeuta.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 409585

elsiglo.mx