Los aumentos de los productos básicos superaron en promedio a la inflación reportada al finalizar 2008.
Entre octubre y noviembre del año pasado el promedio de algunos alimentos dobló el resultado de inflación.
De acuerdo con la agencia investigadora de mercados ACNielsen, entre los meses de octubre y noviembre de 2008 el incremento promedio de 11 categorías que mide el canasto de alimentos llegó a 12.6 por ciento, casi el doble del indicador inflacionario para 2008, el cual se ubicó en 6.53 por ciento.
Los atoles reportaron incrementos de 14 por ciento; el atún enlatado de 20 por ciento; los modificadores de leche, seis por ciento; las sopas preparadas de 11 por ciento; la mayonesa de 17 por ciento; las sales comestibles a 11 por ciento; el puré y caldillo de tomate subió 18 por ciento; el consomé y los caldos subieron ocho por ciento; la salsa catsup a nueve por ciento; la mostaza a 11por ciento y la salsas caseras, 14 por ciento, de acuerdo con el documento.
En contraparte, todas las categorías del canasto en cuestión reportaron caídas en sus ventas, o bien nulo crecimiento.
El atún enlatado cayó 11 por ciento; los atoles cuatro por ciento; las sopas preparadas ocho por ciento, el puré de tomate ocho por ciento, entre otros. El canasto de que mide los artículos de uso domestico también reportaron incrementos en sus precios de hasta el 14 por ciento, en el periodo de referencia.
El canasto que mide las bebidas indica que los precios para el café tostado y molido se incrementaron 19 por ciento, mientras que el café soluble subió 14 por ciento.
El consumo de café tostado y molido cayó 12 por ciento en el periodo en cuestión.
El canasto de licores reportó también incrementos en sus precios de hasta el 11 por ciento para el caso del Brandy.
El Whisky subió diez por ciento, el Vodka seis por ciento, los cordiales ocho por ciento, el tequila dos por ciento y el ron siete por ciento. Esta es la segunda ocasión que la consultoría Nielsen reporta contracciones en sus canastos.
La primera ocasión fue en entre agosto y septiembre de 2008, contra el mismo periodo del año pasado, el canasto de alimentos presentó caídas en el consumo de ocho categorías, dos mostraron crecimiento prácticamente nulo y sólo una presentó un repunte.
De acuerdo con los especialistas, el consumo en México se encuentra debilitado y los consumidores son cautelosos a la hora de desembolsar el dinero.
Analistas de IXE Grupo Financiero informaron que el consumo en México reportará un “panorama sombrío” en 2009. La confianza del consumidor registró 83.9 puntos, mejor a lo esperado de 81 puntos y por arriba del dato de octubre, que se ubicó en 82 puntos.
Sin embargo, los niveles de confianza siguen siendo muy bajos, y las caídas anuales continúan siendo de dos dígitos, aseguraron los especialistas de IXE. A pesar de los ligeros repuntes en el indicador, es prematuro decir que se empieza a registrar una mejora consistente.
Ineficaz, cambiar enseres domésticos
La iniciativa del Gobierno Federal de intercambiar enseres domésticos es poco eficaz y, por el contrario, a las familias les resultaría más costoso pagar su parte proporcional por un electrodoméstico nuevo que los ahorros obtenidos en el recibo de luz, dijo TNS México, firma especializada en la investigación de mercados.
Armando Flores, insight manager del sector de opinión pública de TNS, dijo que una familia del nivel socioeconómico D+, sector que abarca más de una tercera parte de la población en México, ahorraría solamente 144 pesos al año si decide comprar un refrigerador nuevo, bajo el programa que anunció el gobierno federal. En 10 años ese ahorro sería de mil 440 pesos, pero el costo de un refrigerador sencillo con los dispositivos elementales en promedio ronda los 7 mil 500 pesos.
Comentó que si repartimos esa cantidad en 4 años de pago, con una tasa de interés promedio, una familia tendría que pagar 156 pesos adicionales cada mes por el nuevo refrigerador.
Y esta cifra es mayor a los 40 pesos bimestrales que paga por el servicio de luz con el refrigerador viejo.
Uno de los puntos del Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar que se presentó la semana pasada, contempla la posibilidad de intercambiar productos electrodomésticos viejos por nuevos y generar ahorros en el consumo de la energía.
Según la administración federal, el gobierno otorgará 750 millones de pesos en apoyos directos o de financiamiento “para que las familias de escasos recursos puedan sustituir sus aparatos electrodomésticos por artículos nuevos mucho más eficientes en su consumo de energía”.
El consumo de energía eléctrica de un refrigerador para una familia del NSE D+ ocupa el 25% de sus pagos bimestrales, es decir, una familia paga alrededor de 40 pesos por el uso del refrigerador solamente cada vez que paga su recibo. Si decide cambiar el refrigerador, por ser el bien que más energía consume, tendría que pagar 156 pesos adicionales cada bimestre para saldar su adquisición.
De acuerdo con el especialista, esta familia D+ destina el 9.6 por ciento de sus ingresos mensuales al pago de servicios como el agua, la luz, entre otros. Y el 1.5 por ciento lo destina al gasto de enseres domésticos. Sus ingresos mensuales se estiman en 9 mil pesos.