Christine (John Carpenter, 1983) El Plymouth Fury de 1958 gobernado por una fuerza demoníaca nació de la pluma de Stephen King.
Devoran el asfalto y fascinan al público, los bólidos regresan rápidos y furiosos: son los autos más famosos de la pantalla.
MÉXICO, D.F.-Los automóviles circularon por las pantallas cinematográficas desde hace más de un siglo. En 1906, uno de los pioneros británicos del cine, Walter R. Booth, sorprendió con el cortometraje The Mad Motorist.
Retoma los trucajes del francés Méliès y exhibe a un alocado conductor cuyo vehículo asciende por la pared de un edificio, corre entre nubes y, en el momento cumbre del hilarante filme, circula por los anillos de Saturno. En 1920, el comediante Harold Lloyd estrena Mi Bello Auto, película de 25 minutos sobre las peripecias y acrobacias de un nuevo propietario automovilístico.
Los coches ampliaron sus rutas de tránsito callejeras para hacer parada en diversos géneros cinematográficos, dejaron de ser más que un simple vehículo —literalmente hablando— para el lucimiento de actores y se estacionaron en lugares casi protagónicos. Los adictos al acero distinguen relucientes carrocerías como los cinéfilos lo hacen con los actores.
¿Quién fue la estrella que acompañó a Steve McQueen en Bullit (1968)? Un FordMustang GT-390 atrapó la atención del público durante la carrera desenfrenada por las calles de San Francisco.
¿Qué sería de la saga de James Bond sin el respaldo de modelos de lujo equipados con metralletas, lanzallamas o bombas? La galería de autos famosos incluye al Batimóvil en sus distintas versiones, desde el Ford Lincoln del Dúo Dinámico versión camp hasta la extravagante creación de 4.7 metros de largo y 2.5 toneladas de peso de Batman: el inicio (2005).
El MG descapotable de Santo, el Enmascarado de Plata; la limusina de la Pantera Rosa de ¡7 metros de largo!, producto de la invención sicodélica.
Belleza Negra, el Chrysler Imperial LeBaron modificado de la serie El Avispón Verde (1966); el Ford Coupe 1932 de American Graffiti (1973), el Ford XB Falcon Coupe de Mel Gibson en MadMax (1979).
No olvidamos al General Lee, el Dodge Charger de la serie Los Duques de Hazzard (1979); el Dodge Monaco 1974 de The Blue Brothers (1980); KITT, el Pontiac TransAmdel programa El Auto Increíble (1983); el DeLorean DMC-12 convertido en máquina del tiempo de Volver al Futuro (1985); los bólidos marca Chevrolet de Días de Trueno (1990) rodada alrededor de las carreras de Nascar o los 50 titanes de acero que Nicolas Cage roba en 60 segundos (2000), entre los que se encuentran el Aston Martin DB7 y el Mercedes Benz S 600.
En su penúltimo filme, Clint Eastwood rinde tributo al Gran Torino 72, mismo modelo que condujo en Harry el Sucio (1976) y que acompaña las aventuras policiacas de Starsky y Hutch (1972). En Crash, extraños placeres (1996), David Cronenberg repara en el embeleso de los humanos por las máquinas. La fascinación por los automóviles continúa su camino con Rápido y Furioso (2001) con el Dodge Charger 1970 que conduce Vin Diesel y el Toyota Supra modificado con Paul Walker al volante. Rápidos y Furiosos (2009) llega a la meta del estreno a bordo de Nissan, Porsche, Bentley Continental GT y varios muscle cars para deleitar a los amantes de los automotores.