Algunos componentes del tabaco en la sangre de la madre tienden a nivelarse con los del feto.
Los males que causa fumar son muy conocidos: el humo que se desprende de los cigarrillos daña todo lo que rodea. Tanto que las mujeres embarazadas deben cuidarse doblemente, pues existe evidencia científica sobre que fumar ocasiona en la salud de los fumadores y de las personas que conviven en ambientes con humo de tabaco, y pueden dañar a los bebés por nacer.
Hay escritos científicos que advierten: El efecto de la inhalación del tabaco por parte de una mujer embarazada aumentar de manera inmediata la frecuencia cardiaca del feto. El doctor Jesús Felipe González Roldán, especialista en Salud Pública y presidente de la Red México sin Tabaco, nos explica que esto sucede debido a que la mayoría de los componentes del humo atraviesan la placenta.
Algunos componentes del tabaco en la sangre de la madre tienden a nivelarse con los del feto. “Esto es aún más grave debido a que el metabolismo y la eliminación son más lentos en el feto que en la madre, y ello causa la acumulación de sustancias nocivas”, advierte.
Las cosas claras
Sobre los componentes del tabaco y su agresión al feto, nos dice que en el humo del cigarrillo hay más de 4 mil sustancias y las más estudiadas en este campo son:
NICOTINA
Se distribuye a través de la circulación fetal e impacta en órganos tales como el cerebro, el corazón y las glándulas suprarrenales; explicaría los niveles aumentados de catecolaminas (sustancias capaces de aumentar la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno) encontradas en el líquido amniótico.
MONÓXIDO DE CARBONO
Este es un gas presente en la combustión incompleta del tabaco que atraviesa la barrera placentaria y se une a la hemoglobina fetal (proteína esencial del glóbulo rojo que se encarga del transporte del oxígeno hacia los tejidos). El resultado es la "carboxihemoglobina", que conlleva una disminución de la oxigenación de la sangre y tejidos del feto (hipoxia crónica).
ACIDO CIANHÍDRICO
Presente normalmente en escasa cantidad en el organismo, se incrementa en las madres fumadoras y consecuentemente en el feto. Esto produce una reducción de vitamina B12 (hipovitaminosis), que es la encargada de metabolizar el cianhídrico.
CADMIO
Por cada cigarrillo fumado se agrega aproximadamente un microgramo de cadmio al organismo; este exceso parece disminuir el transporte de zinc a través de la placenta y su disponibilidad para el embrión. Es importante remarcar que el zinc es necesario para la síntesis de aproximadamente 200 enzimas, algunas de las cuales son indispensables para el crecimiento y el desarrollo fetal. Ello puede explicar el bajo peso y talla que tienen los bebés de madres fumadoras al nacer.
BENZOPIRENOS Y NITROSAMINAS
Son algunas de las sustancias cancerígenas contenidas en el humo del tabaco. Existen aproximadamente 480 en total, las cuales atraviesan la barrera placentaria. Es sabido que el feto es más sensible que el adulto a estas sustancias, por lo que cabría preguntarse entonces cuál es el riesgo cancerígeno para el feto. Estudios en animales de experimentación muestran que el riesgo de cáncer en los descendientes de aquellos expuestos al humo del tabaco está aumentado.