Un grupo de trabajadores despedidos de una fábrica de repuestos para autos colocaron el miércoles tanques de gas unidos a un cable eléctrico y amenazaron con explotar las instalaciones de la manufacturera en una resistencia extrema tras otro recorte de personal en medio de la crisis económica.
Otros trabajadores franceses han secuestrado a sus jefes, bloqueado puertos y colocado barricadas en las fábricas para tratar de salvar sus empleos en medio de la peor recesión en Francia desde la década de 1940.
Unos 200 trabajadores de la planta New Fabris fuera de la ciudad de Chatellerault en el suroeste del país demandan 30.000 euros (42.267 dólares) para cada uno de parte de Renault y PSA Peugeot Citroen, acusando a las automotrices de eliminar sus medios de subsistencia.
Si no se les entrega el dinero para el 31 de julio harán explotar la fábrica, ubicada a 300 kilómetros al suroeste de París. Los trabajadores vigilan por turnos los 20 tanques de gas acetileno y butano, que alguna vez se utilizaron para impulsar tractores y ahora se encuentran a ambos lados de la fábrica unidos por un cable. Guy Eyermann del sindicato CGT dijo que la mitad de las latas están llenas de combustible, aunque esto era imposible de verificar.
"Estamos en el límite", dijo Eyermann, "Mucha gente trabajó aquí por 25 o 35 años. Muchos le dieron sus vidas a la empresa". Eyermann pidió a "todas las fábricas en Europa que están cerrando que protesten y hagan lo mismo que los trabajadores están haciendo aquí".
New Fabris cerró el 16 de junio y sus 366 trabajadores serán despedidos gradualmente. Los empleados culpan a Peugeot Citroen y a Renault de la cancelación de los contratos que representaban la mayoría de las ventas de la empresa. Los trabajadores comenzaron sus protestas el 20 de junio.