América vino de atrás para derrotar 3-2 a Puebla, en un emocionante enfrentamiento en el Estadio Cuauhtémoc, correspondiente a la fecha 12 del Torneo Clausura 2009. (Notimex)
Puebla, Pue.- Con gran actuación de Guillermo Ochoa, América vino de atrás para derrotar 3-2 a Puebla, en un intenso partido de "toma y daca", correspondiente a la fecha 12 del Torneo Clausura 2009 del futbol mexicano.
Los goles del triunfo del conjunto capitalino fueron obra del brasileño Robert de Pinho al minuto 20, del paraguayo Salvador Cabañas al 25 y de Ángel Reyna al 71.
Por los de casa abrió la pizarra el uruguayo Alejandro Acosta, al minuto 7 y Daniel Osorno al 80, en el choque disputado en el Estadio Cuauhtémoc.
Con este resultado, América sumó 16 unidades que los coloca en el subliderato del Grupo Dos, mientras que Puebla se quedó con 21 en el primer sector.
De un lado, millones de dólares, del otro, muchos deseos, hambre de triunfo e inclusive salarios caídos.
La diferencia se notó en los primeros 15 minutos de acción, ese anhelo por sobresalir y asegurar su salvación provocó que Puebla se adueñara de las acciones e hiciera ver mal al cuadro bajo visitante.
Estos ímpetus no tardaron en reflejarse en el marcador a favor de los "Camoteros", que terminaron con el cero en la pizarra en un tiro de esquina por derecha para el uruguayo Alejandro Acosta, quien a la entrada del área chica, sin marca, se levantó para "martillear" su cabezazo y dejar sin oportunidad a Guillermo Ochoa.
El problema es que no sólo con deseos se puede ganar los partidos y menos si enfrente hay calidad individual que en cualquier momento pueden desequilibrar la balanza, más aún si dos o tres jugadores se conectan, tal y como ocurrió al minuto 20.
Todo se originó en los pies del paraguayo Salvador Cabañas, quien filtró por derecha a la llegada de Óscar Rojas, que puso un balón exacto para que el brasileño Robert de Pinho sólo empujara el esférico al fondo de las redes para poner el empate 1-1.
Esta anotación pegó fuerte en el ánimo de los locales que vieron cómo ese buen futbol que habían desarrollado era superado por un error de su defensiva que dejó solo a Cabañas, quien no desaprovechó un pase largo de Ismael Rodríguez por izquierda para poner el 2-1, al minuto 25.
Heridos en su orgullo, los de la Franja se fueron con todo al frente y de no haber sido por la gran actuación de Ochoa pudieron haberse ido al descanso al menos con el empate.
La primera gran intervención del seleccionado mexicano se dio en un tiro de esquina que Pavel Pardo en su afán de despejar conectó un gran remate que Ochoa con una espectacular reacción evitó la caída de su marco, al minuto 29. Instantes después, a una mano rechazó un disparo del hondureño Ramón Núñez.
La gran actuación del espigado guardameta se prolongó para la parte complementaria al rechazar a dos manos un "fogonazo" de Sergio Pérez, al minuto 53, lo que fue casi la última llegada de peligro sobre la meta americanista.
Ya con la mayor posesión del esférico, América tomó las cosas con calma, nunca se desesperó por aniquilar el encuentro, tocaba de un lado al otro el esférico y fue al minuto 71 cuando encontraron el tercer tanto.
El corazón de los poblanos apareció a diez minutos del final para acortar distancias a través de Daniel Osorno.
Con el triunfo de ayer sobre la escuadra "camotera", Águilas del América sigue en la pelea y consiguió el objetivo trazado partido a partido y día a día; ahora sólo esperan que a partir de hoy tengan una continuidad en triunfos, dijo Jesús Ramírez, estratega del cuadro capitalino.
Confía Jesús Ramírez en dar continuidad al triunfo contra Puebla
"Lo más importante es el resultado, el equipo salió convencido de que tenía que ganar porque las circunstancias del torneo están así y hoy no podemos regalar nada. La verdad el triunfo es un reflejo del futbol y la actitud que mostraron los muchachos sobre la cancha", expresó en conferencia de prensa. Para el cierre de esta temporada, Ramírez dijo que la actitud de los americanistas será la misma que se vio la tarde de ayer en el Estadio Cuauhtémoc, por lo que espera consolidar un equipo dinámico, equilibrado, que ataque y que defienda.
