Toma clandestina. Personal de Pemex y el Ejército localizaron una toma clandestina en el kilómetro 16 de la carretera Pachuca-Tulancingo. ARCHIVO
Información de inteligencia y denuncias sugieren complicidad de trabajadores de Pemex.
La Policía Federal y la Procuraduría General de la República mantienen abiertas líneas de investigaciones por el robo de petróleo crudo en oleoductos.
Desde 2008, el tema alcanzó "tintes de preocupación" entre las autoridades de seguridad pública federal y Pemex, en virtud de que la delincuencia ya no se conforma con robarle a la paraestatal gasolina, diesel y condensados.
Ahora sustrae de los ductos la materia prima, el petróleo crudo, al que somete a un proceso artesanal de refinación clandestina y termina en estaciones de servicio (gasolineras coludidas); en carreteras como gasolina que se vende sin control alguno al transporte de carga y de pasajeros; en asfalto de mala calidad que compra parte de la industria de la construcción; o en derivados que se exportan con documentos apócrifos.
Utilizando carro-tanques y facturas falsas, en algunos casos de la Secretaría del Medio Ambiente, Economía o Pemex -que son utilizadas en caso de ser detenidos como manifiesto de entrega, transporte y recepción de residuos peligrosos-, los delincuentes están llegando prácticamente al corazón mismo de la industria petrolera para sustraer crudo, que es utilizado además para adulterar combustóleo, de acuerdo con informes de la PGR.
La empresa reconoce que información de inteligencia y denuncias ciudadanas "sugieren que lamentablemente pudiera haber complicidad de trabajadores y empleados de Pemex" en todos estos ilícitos.
Confirmó que entre las acciones emprendidas, sobre todo en la Cuenca de Burgos (la mayor región productora de gas), fue desarticulada una red de lavado de dinero que operaba con recursos obtenidos del robo y comercialización de condensados, con vínculos en Estados Unidos, en la que se documentaron operaciones por 750 millones de pesos y 46 millones de dólares.
La dirección de Pemex Refinación dio cuenta de la existencia de tomas clandestinas en oleoductos que transportan crudo: en el año de 2005 se reportaron cinco conexiones ilegales, en 2006 el número se elevó a 72, en 2007 la cifra rondaba los 137 "chupaductos", en 2008 fueron 23 y en lo que va del año se ha documentado una toma clandestina.
"Era un tema inexistente para nosotros, pero ahora el problema ha alcanzado tal dimensión que en este momento las tomas clandestinas en oleoductos y poliductos (por donde se transporta crudo y petrolíferos) es la fuente más importante (93 por ciento) que alimenta al mercado ilícito de combustibles", explicó.
El año pasado fueron recuperados con distintos operativos alrededor de 457 mil barriles de petróleo crudo, equivalentes a 35% del consumo de un día realizado por los seis complejos que integran el sistema nacional de refinación operado por Pemex, con un valor aproximado a los 38 millones de dólares a precios internacionales de 84 dólares por barril.
Sin embargo, otro volumen aún no determinado queda en manos del crimen organizado, que utiliza el hidrocarburo para adulterar combustóleo y para fabricar gasolinas que se entregan clandestinamente a estaciones de servicio coludidas (gasolineras) y asfaltos de mala calidad que colocan entre la industria del transporte y la construcción, sobre todo para el tendido de carreteras federales y concesionadas a privados.