Experiencia. Robbie Williams relató los graves problemas que tuvo con los analgésicos. ARCHIVO
Londres, ing. El controvertido cantante británico Robbie Williams, que este mes presenta nuevo álbum, ha confesado que en los últimos años su adicción a los analgésicos le puso al borde de la muerte en varias ocasiones.
Los problemas del intérprete con las drogas, que se remontan a mediados de la década de 1990, cuando Williams formaba parte de la banda Take That, no son un secreto, pero es la primera vez que el cantante relata abiertamente cómo su adicción le sumió en un estado de "semi inconsciencia" en el que le daba igual vivir o morir.
En una entrevista que publicó ayer el diario The Sun, Williams asegura que el infierno comenzó poco después de que se instalara en Los Ángeles en 2002, cuando empezó a tomar por prescripción médica vicodina, un analgésico muy potente y también altamente adictivo. El cantante relata que llegó a tomar 20 pastillas de vicodina en una sola noche, combinadas con otros fármacos como el adderall, usado para tratar la narcolepsia, o sativa, que palía los efectos de la quimioterapia, un cóctel explosivo que le acompañó hasta febrero de 2007, cuando entró en un centro de desintoxicación el mismo día de su cumpleaños.