El Papa Benedicto XVI y el presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, analizaron hoy la crisis económica mundial y la promoción de la paz, durante una audiencia privada en El Vaticano.
El encuentro, que duró unos 20 minutos, se llevó a cabo en la biblioteca personal del pontífice en el Palacio Apostólico y fue calificado como 'cordial' por una nota de la oficina de información de la Curia Romana.
'Se afrontaron temas concernientes a la crisis económica, al diálogo interreligioso y a la promoción de la paz, en vísperas de la asunción de la presidencia de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) por parte de Kazajstán', indicó.
Además conversaron sobre las 'buenas relaciones bilaterales existentes', y de algunos temas de actualidad de la vida de ese país, entre otros la libertad religiosa.
'Se puso de manifiesto la convivencia pacífica entre los fieles de diversas religiones y se ha expresado el deseo de un papel cada vez más activo de los creyentes en la vida de la nación y en favor del bien común', apuntó.
Al finalizar el encuentro se pasó a un intercambio de regalos: el Papa donó una medalla de su pontificado al presidente, quien le entregó un cuadro que reproduce el Palacio de la Paz y del Consenso de Astana.
Tras despedirse de Benedicto XVI, el mandatario Nazarbayev se reunió en privado con el 'número dos' del Vaticano, el secretario de Estado Tarcisio Bertone y con el responsable para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti.