Analizan en Cruz Azul mal momento del equipo

Encerrona, no para regaño, al menos eso dicen en Cruz Azul, sino para reflexionar. Benjamín Galindo lo dijo el miércoles, tras la igualada con San Luis (2-2) "el mal momento no es anímico, sino futbolístico" y tanto Roberto Ovelar como Gerardo Torrado lo confirman.

El paraguayo Ovelar ni siquiera ha podido saborear en toda su extensión su estreno como goleador en el futbol mexicano, por el contrario, siente la amargura de las fechas que se acumulan sin poder ganar.

"Nosotros hablamos de las responsabilidades que cada uno debe tener en la cancha y hay que meter todo y seguir adelante, son cosas que pasan y hay que estar ahí para el grupo, ya que todos estamos involucrados cuando se pierde y se gana. Son momentos difíciles pero hay que darles la vuelta".

Y para eso deben empezar por sacudirse la desesperación en la que han caído, sobre todo en las partes complementarias. "Nos falta mejorar en los segundos tiempos, nos falta aprender a no desesperarnos y ojalá ante Necaxa (el próximo sábado) se pueda revertir la situación". Gerardo Torrado siente que el problema ha estado en lo que han dejado de hacer, "creo que por ahí no hemos tenido algunas cosas que el equipo venía haciendo desde el torneo anterior y eso por supuesto que pesa, pero no creo que sea una crisis".

No es el único tema que de momento atormenta al capitán de los celestes. Torrado prácticamente se siente perseguido por los árbitros, que apenas lo ven se les antoja pintarlo de rojo o amarillo.

"Creo que sí me han puesto una etiqueta, no creo que se midan con la misma vara las acciones de todos los jugadores, cuando hay una jugada y estoy yo implicado es muy fácil llevarse la mano al bolsillo para sacar una tarjeta".