Las posibilidades de que los fabricantes de vehículos General Motors y Chrysler se acojan a la ley de bancarrota han aumentado a medida que se deteriora el mercado automotriz, consideró Guido Vildozo, analista de IHS Global Insight.
'La bancarrota es una de las probabilidades que el panel del gobierno federal está analizando. Sería, en todo caso, una bancarrota monitoreada, con el respaldo respectivo por parte del gobierno para limpiar las firmas', explicó Vildozo en entrevista con Notimex.
El experto consideró que tal posibilidad ha aumentado en los últimos meses debido al deterioro sufrido por el mercado automotriz durante el transcurso del año.
Durante sus proyecciones de enero, las armadoras estimaban que 2009 cerraría con ventas de 11 millones de vehículos y ahora ese cálculo lo han ajustado a 10.3 millones de unidades vendidas.
No obstante, IHS Global Insight estimó a principios de año ventas anuales de 10.5 millones de vehículos y ahora las ha ajustado a 9.5 millones de unidades.
'Si continúa deteriorándose el mercado, el daño para ambas armadoras será exponencial, no sólo tendrán que modificar sus planes sino que se dañarán sus operaciones', consideró Vildozo.
A un mayor deterioro del mercado se suma la incertidumbre sobre si ambas firmas podrán sobrevivir, lo que desalienta a los consumidores a comprar un vehículo fabricado por una empresa que en un año puede ya no existir.
De hecho, los directores de General Motors y Chrysler aseguraron en entrevistas concedidas en días recientes que si el gobierno las obliga a ir a la bancarrota sería casi seguro que quebrarían, debido a la negativa imagen que las rodearía.
El analista consideró, además, que debido a que ambas empresas siguen perdiendo dinero a un ritmo dramático, fue natural que el gobierno federal presionara para que renunciara Rick Wagoner, director general de General Motors.
'Era de esperarse que el gobierno tomara cartas en el asunto para evitar un mayor deterioro de estas compañías y para garantizar que puedan sobrevivir esta etapa', opinó Vildozo.
Este día el presidente Barack Obama anunció que dará un plazo de hasta 60 días adicionales a ambos fabricantes para que entreguen un plan de viabilidad más realista del que han implementado.