Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) habrían acordaron un alto al fuego de hasta dos semanas para negociar una tregua con todas las demandas que se exigen mutuamente, informó esta noche el sitio web del diario Yediot Aharonot.
El alto al fuego podría entrar en vigencia 'en las próximas 72 horas', señaló el diario citando a fuentes palestinas, que aseguran que las dos partes acordaron 'las líneas generales del acuerdo'.
Entre los puntos acordados está el de un alto al fuego mientras se negocia, el de los mecanismos para controlar el contrabando de armas a la Franja de Gaza, la apertura de pasos fronterizos y el levantamiento del bloqueo a la franja.
El alto inicial a las hostilidades, que concluyen su tercera semana, será de entre una y dos semanas, lo suficiente para cerrar un trato y que el Ejército israelí se retire de Gaza con garantías de que los palestinos no dispararen más cohetes ni pasen armas por la frontera.
Israel y Hamás negocian el acuerdo con el mediador egipcio y no se espera que firmen ningún documento conjunto porque el gobierno israelí se niega a reconocer a Hamás, a la que considera organización terrorista, y viceversa.
Según los acuerdos en ciernes, la retirada israelí de Gaza será uno de los primeros asuntos a tratar y deberá ser rápida.
Sobre los mecanismos de vigilancia fronterizos, las partes concuerdan que una fuerza internacional vigile la parte palestina del corredor de Philadelphi, aunque no se sabe aún que país podría estar dispuesto a ejercer esa misión por los peligros que supone.
Hamás ya comunicó que no se opondría a una presencia del Ejército turco, e Israel pide una presencia de algún país occidental, que por el momento no hay.
La apertura de Rafah, informa el diario, estará garantizada según el acuerdo de 2005 que facilitó la inauguración de la terminal de Rafah, única salida al extranjero de Gaza que no sea Israel, tras la evacuación israelí de ese territorio hace tres años.
El único temor, expresa el diario, es que en las dos semanas de plazo que se dan las partes para negociar no lleguen a un acuerdo, y las hostilidades estallen otra vez.
