Las nuevas pautas obligan a reducir la emisión de dióxido de carbono en un tercio de su nivel actual para 2016.
El presidente Barack Obama anunció el martes nuevas pautas para la emisión de gases de invernadero por los vehículos automotores y objetivos más arduos en materia de rendimiento de combustibles, con el objetivo de reducir la dependencia estadounidense de petróleo importado.
Este ataque en dos frentes a problemas ambientales es la más reciente de una serie de medidas que alejan al gobierno de las políticas de su antecesor en el cargo, el derechista George Bush.
"Si bien Estados Unidos constituye menos del 5% de la población mundial, creamos casi la cuarta parte de la demanda mundial de petróleo. Este apetito tiene un costo enorme", dijo el presidente, rodeado por legisladores influyentes, así como dirigentes de la industria y los sindicatos del automotor.
Las nuevas pautas obligan a reducir la emisión de dióxido de carbono en un tercio de su nivel actual para 2016. Los nuevos patrones para combustibles requieren una mejora del 30% en su rendimiento.
Las nuevas pautas están diseñadas en parte para superar un conflicto entre el gobierno federal y los estados, en particular California, que había aprobado reglas más estrictas que las de los gobiernos nacionales anteriores.
La nueva política iguala los patrones de emisión de los estados, pero da a los fabricantes un plazo mayor para alcanzar los objetivos. La industria automotriz había combatido las normas estatales, pero aceptó la nueva política nacional que le da un plazo de seis años y medio.
California, otros 13 estados y el distrito de Columbia, sede del gobierno federal, habían pedido a la Casa Blanca que les permita imponer estándares más estrictos que los exigidos por el gobierno federal.
