La primera dama habla de la adaptación de la familia a la vida en la capital, y asegura que quiere estar al día de la educación de sus hijas en su nueva escuela. (AP)
La revista Vogue, una de las de mayor influencia en el tema de la moda internacional, tiene en la portada de su edición de marzo a la primera dama estadounidense Michelle Obama, como ya es casi una tradición para quienes llevan ese título.
La primera en hacerlo fue Lou Hoover, y a excepción de Bess Truman las esposas de los presidentes han sido portada de la revista.
Sin embargo, la señora Obama es la única en haber tenido este honor por segunda vez.
Michelle aparece luciendo un vestido de seda color magenta, diseñado por Jason Wu, quien también fue el creador del vestido que lució el día de la juramentación de su esposo como presidente del país.
Andre Leon Talley, editor de la revista, describe a Obama como una mujer "accesible, natural. No hay nada que la afecte".
Gran parte de las ocho páginas del artículo está dedicada a cómo la esposa de Barack Obama se describe como una "mamá jefe" de sus hijas Malia, de 10 años, y Sasha, de siete.
"Voy a tratar de llevarlas a la escuela cada mañana, tanto como pueda", señaló Michelle Obama a la revista. "Quiero tener presencia en la escuela de mis hijas, conocer a los maestros y a otros padres de familia", comentó.
Entre los diseños que eligió Michelle para las fotos de Vogue, uno es del diseñador cubano Narciso Rodríguez.
Obama afirmó que es consciente de que su armario está siendo criticado y analizado, pero no se arrepiente por ninguna de las elecciones que ha hecho.
