Capturado. Carlos Alberto aparece en la investigación de la Fiscalía como quien planeó la extorsión a una familia de comerciantes. EL SIGLO DE TORREÓN
El séptimo y último integrante de la banda de extorsionadores conocida como "Los Zetillas", la cual fue desmembrada en el mes de noviembre de 2007, fue capturado ayer por la mañana por elementos de la Policía Investigadora de la Fiscalía General del Estado.
Carlos Alberto Peña Ramírez, alias "El Beto", de 32 años, ingresó al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Torreón por el delito de extorsión, dentro del proceso penal 264/07, en agravio de una familia dedicada al comercio.
Según la Fiscalía, Carlos Alberto es familiar de los ofendidos y fue quien planeó la extorsión. Él invitó a José Mario Ibarra Pérez a realizar la extorsión a su familiar, debido a que sabía que tenían 800 mil pesos guardados. Posteriormente, José Mario invitó a Mario Fortunato Parra Moreno, Irving Alberto Parra Morán, Edrey Salas Muro, Javier Gerardo García Favela, quien era agente de vialidad de Gómez Palacio y Aarón Alfonso Ortiz de la Fuente, todos ya fueron sentenciados, con el beneficio de pagar una multa sustitutiva y una multa sanción.
Carlos Alberto proporcionaba la información para intimidar a la familia ofendida. Fotografías de negocios, propiedades y de integrantes de las víctimas, así como datos personales relevantes sobre las mismas, e información sobre domicilios.
La extorsión fue cometida a partir del 7 de octubre de 2007, hasta la detención de los extorsionadores en el mes de noviembre de ese mismo año.
Ayer inició el proceso penal en contra de Peña Ramírez en el juzgado primero penal, donde ya fueron sentenciados los otros seis integrantes de la banda denominada "Los Zetillas", debido a que intimidaban a sus víctimas advirtiendo que formaban parte de la delincuencia organizada.
El delito por el que será juzgado Carlos Alberto es extorsión por sujeto calificado por haberse cometido por asociación delictuosa, por miembro de un cuerpo policial.
LAS SENTENCIAS En diciembre de 2008, Javier Gerardo fue sentenciado a 5 años de prisión y trabajos a favor de la comunidad o 3 mil pesos, más una multa sustitutiva de 3 mil pesos. Mientras que Aarón Alfonso a 4 años de prisión, 9 mil 560 pesos de multa sustitutiva y 952 pesos por multa sanción. Los otros cuatro fueron sentenciados en febrero a 5 años de prisión, trabajos a la comunidad o 3 mil pesos, más 3 mil pesos de multa sanción.