El presidente calificó esta legislación como una de las más importantes en décadas para 'proteger, preservar y heredar nuestros paisajes más valiosos a las generaciones futuras'. (EFE)
El presidente Barack Obama aprobó una ley de protección ambiental que representa la mayor ampliación de este tipo de normas en casi un cuarto de siglo.
En la ley se destinan 809 mil 388 hectáreas (dos millones de acres) como reservas naturales. El presidente calificó esta legislación como una de las más importantes en décadas para "proteger, preservar y heredar nuestros paisajes más valiosos a las generaciones futuras".
La legislación que aprobó Obama también contempla una cláusula que lleva el nombre del actor Christopher Reeve, protagonista de la película "Superman", la cual estipula medidas para la investigación sobre parálisis y atención a las personas con discapacidad.
En una ceremonia en la Casa Blanca, el mandatario indicó que la ley garantiza que los habitantes del país "no seamos indiferentes ante nuestros bosques, ríos, océanos, monumentos, sitios nacionales y zonas naturales, sino que los pongamos aparte y vigilemos su inviolabilidad para que todos los compartan. Eso es algo que todos los estadounidenses pueden apoyar".
La ley, que incluye unas 170 medidas individuales y tiene 1.200 páginas, representa una de las principales ampliaciones a las normas sobre protección ambiental en casi un cuarto de siglo y le da al gobierno el máximo nivel de protección para terrenos en nueve estados.
Los zonas protegidas en la nueva ley van desde la Sierra Nevada en California y el Monte Hood en Oregon, al Parque Nacional de las Montañas Rocallosas en Colorado y partes del Bosque Nacional de Jefferson en Virginia.
Los cañones Owyhee de Idaho, partes del Lago Superior de Michigan y el Parque Nacional de Zion en Utah también adquirieron protección ambiental, y unos 1.609 kilómetros (1.000 millas) de ríos en casi una decena de estados fueron designados como áreas naturales escénicas. La ley extiende la designación de reserva natural, que bloquea casi todo tipo de construcción, a zonas que no habían sido protegidas antes.
La legislación también resguarda zonas de Alaska bajo un controvertido intercambio de terreno que le permite al estado continuar con la construcción de una carretera de acceso a un aeropuerto en una remota reserva natural en el Mar de Bering. Los detractores de esta construcción la habían llamado un "camino a ningún lugar".
Los oponentes, la mayoría republicanos, calificaron a la ley como un "arrebato de tierra" que impedirá el desarrollo de fuentes de energía en amplias extensiones del territorio federal.