La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) arraigó al ex-comisario en Tijuana de la Policía Federal, Rudy Ezequiel Astudillo Constantino, por presuntos vínculos con delincuencia organizada.
Fuentes extraoficiales confirmaron que el agente, quien había sido trasladado al estado de Chiapas desde finales del 2008, fue traído a esta frontera el pasado fin de semana para que rindiera una declaración sobre el particular.
Esta acción se desprendió de las investigaciones que se llevan a cabo a raíz de la detención en una fiesta de quince años de Ángel Jácome Gamboa “el Kaibil”, identificado como “representante” del cártel de Sinaloa en Playas de Rosarito.
Elementos del Ejército detuvieron a Jácome la madrugada del 8 de marzo junto con unas 60 personas en el salón de fiestas Mezanine de esta ciudad, entre quienes se encontraban dos policías y un ex-agente municipal de Playas de Rosarito, además de empleados del salón y algunos invitados al festejo.
Después de 96 horas de permanecer a disposición del Ministerio Público Federal, todos fueron arraigados en la ciudad de México.
A uno de los dos agentes en activo se le identificó como escolta del gobernador panista de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, quien luego aclaró que había sido separado de su seguridad personal y se envió a puntos fijos, cuya ubicación después se aclaró era la residencia del mandatario.
El otro elemento, perteneciente a la Policía Ministerial, fue escolta de Miguel Osuna Millán, actual precandidato panista a una diputación federal, y ex-funcionario de la administración municipal del alcalde Jorge Ramos Hernández.
De las primeras declaraciones del “Kaibil” se desprendió la supuesta vinculación de otros ocho agentes ministeriales y estatales preventivos, así como municipales de Rosarito, con el crimen organizado.
