Inauguración. La bandera portuguesa se refleja en la Torre de Belem de Lisboa donde se inaugura la XIX Cumbre Iberoamericana. EFE
ESTORIL, PORTUGAL.- La Cumbre Iberoamericana de Portugal arrancó con la ausencia de 8 de los 22 líderes de la región y con la incógnita de saber si el foro será capaz de consensuar una postura en torno a las elecciones de Honduras y a las tensiones entre Venezuela y Colombia.
El encuentro, que cumple 19 ediciones, se inició con una cena en la que el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, lanzó en su discurso toda una declaración de intenciones para reforzar el diálogo y solucionar las crisis en América Latina.
"En este sentido, nada podría ser más leal a las mejores tradiciones iberoamericanas que el reencuentro del sufrido pueblo hondureño por la paz, la democracia y con el pleno respeto de los derechos humanos", dijo Iglesias.
Sin embargo, todavía es una incógnita si los 19 países latinoamericanos, más España y Portugal, serán capaces de ponerse de acuerdo sobre los comicios en Honduras. Algunos lo consideran una buena salida al golpe de Estado, pero otros creen que es una solución ilegal.
La comunidad iberoamericana sólo reconoce al depuesto presidente Manuel Zelaya y la delegación hondureña en Portugal está encabezada por su canciller Patricia Rodas.
Rodas dijo que espera una declaración conjunta en Estoril que no reconozca las elecciones hondureñas.
"Es lo que se espera y es lo que de hecho ya está prácticamente discutiéndose por parte de los cancilleres", declaró.
Las tensiones que arrastran Venezuela y Colombia quedaron relegadas a un segundo plano tras confirmarse que el presidente venezolano Hugo Chávez no asistirá a la reunión de Estoril. Su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, sí fue a Portugal y se entrevistó por media hora con el rey español Juan Carlos.
Uribe declinó declarar al término del encuentro.
La voladura de militares venezolanos de dos pasos peatonales a Colombia en el estado fronterizo del Táchira hace una semana constituye hasta el momento el último capítulo de desencuentros entre los dos países, después que Colombia anunciase la firma de un convenio de cooperación con Estados Unidos para que militares estadounidenses utilicen bases colombianas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Venezuela cree el acuerdo como una amenaza que podría "desestabilizar" la región.
Además de Chávez y Zelaya, no acudieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; el uruguayo Tabaré Vázquez ni el nicaragüense Daniel Ortega. Tampoco el guatemalteco Álvaro Colom, el paraguayo, Fernando Lugo ni Raúl Castro.
Asisten, entre otros, los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de México, Felipe Calderón; la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, y su colega argentina, Cristina Fernández, así como el rey Juan Carlos junto al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Las sesiones de trabajo de la cumbre, cuyo eje temático es la innovación y el conocimiento, arrancarán hoy y se prolongarán hasta mañana.
Los líderes de los gobiernos examinarán nuevas tecnologías para ayudar a las economías latinoamericanas a diversificarse y no depender tanto del petróleo, la agricultura o la minería.
Se espera que las economías latinoamericanas se contraigan una media de entre el 1.5 y el 1.8% este año y que repunten con un crecimiento de más del 4% el año que viene, según cifras de la ONU presentadas en un foro de negocios celebrado de forma paralela a la cumbre.
El mexicano José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, dijo que Latinoamérica debería "buscar crecimiento a medio y largo plazo en sus escuelas más que en sus fábricas".
