Preso. José Escobar Arenas o José Luis Rodríguez Rodríguez, de 55 años de edad, son los nombres con los que se identificó el sujeto que ahora está en el Centro de Readaptación Social (Cereso).
Un mecánico se aprovechó de la relación de servicios que le prestaba a un contratista y decidió extorsionarlo. Primero de forma verbal y luego pistola en mano, el mecánico logró 25 mil pesos y luego quiso más. Finalmente el afectado denuncia y el "maestro" ahora está en prisión luego de que fue presentado por agentes ministeriales ante el titular del Juzgado Cuarto del ramo penal.
José Escobar Arenas o José Luis Rodríguez Rodríguez, de 55 años de edad, son los nombres con los que se identificó el sujeto que ahora está en el Centro de Readaptación Social (Cereso) en atención a la orden de aprehensión del proceso 23/2009.
El juez penal Pedro Limón Hernández, levantó la declaración preparatoria del inculpado en el delito que con la reciente reforma de noviembre de 2008 se convirtió en grave y no le da el beneficio de la libertad bajo fianza al inculpado. La pena es de dos a diez años de prisión.
Sobre los hechos se informó que desde el 20 de enero del presente año, el acusado amenazó por teléfono a su víctima, asegurándole que le iba hacer daño junto con su familia, que si no le pagaba 25 mil pesos iba a ordenar que lo "levantaran" y le iba a ir muy mal.
Las amenazas telefónicas fueron desestimadas por el afectado, pero al día siguiente José se presentó en las oficinas del denunciante de la colonia Nuevo Torreón, con una pistola escuadra en la mano y al fin consiguió el pago demandado.
Por este motivo se interpuso la denuncia penal correspondiente ante el agente del Ministerio Público y mientras estaba en curso la integración de la averiguación previa, el tipo de nuevo intentó obtener otra cantidad similar de dinero.
Los agentes de la Policía Ministerial se dieron a la tarea de iniciar la investigación del caso, que en esta ocasión sí fue denunciado por un ciudadano, que a pesar del temor decidió confiar en las autoridades.
Las pesquisas de los agentes investigadores permitieron detectar que el extorsionador era un improvisado que se estaba beneficiando de la creciente ola delictiva y haciéndose pasar por un integrante de una banda delincuencial organizada, empezó a hacer las llamadas para intimidar a su víctima.
Por la naturaleza del caso en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC), se le dio una atención especial e inicialmente se manejó a consignación de la averiguación previa como caso urgente, con el fin de no dar oportunidad al inculpado de que se evadiera de la acción de la justicia y se pudiera presentar ante la autoridad competente.
Pruebas y testimoniales tomó en cuenta el juez Pedro Limón para otorgar la orden de aprehensión solicitada por el agente adscrito del Ministerio Público por el delito de extorsión.
Una vez preso, tras la rejilla de prácticas del Juzgado Cuarto del ramo penal, el acusado escuchaba los argumentos del fiscal en su contra y en voz baja negaba las acusaciones mientras su abogado defensor le aconsejaba que se reservara el derecho a declarar.
Terminada la práctica se fijó que dentro del término constitucional del 144 horas, se resolverá la situación legal de quien es el primer inculpado en el año por el delito de extorsión, que no tiene derecho a la libertad bajo fianza.
