La muerte del conocido narcotraficante Arturo Beltrán Leyva en un tiroteo con la Armada es el episodio más reciente de una larga lista de cabecillas mexicanos de los carteles de la droga capturados o asesinados por las autoridades.
Algunos casos previos:
Osiel Cárdenas, ex cabecilla del cártel del Golfo (de México) fue capturado en una balacera en el 2003 con militares mexicanos en Matamoros, ciudad fronteriza con Estados Unidos. Fue extraditado a ese país para ser procesado por narcotráfico en el 2007.
Ramón Arellano Félix, que era uno de los capos más buscados, murió acribillado por la policía en Mazatlán, ciudad turística de la costa del Pacífico en febrero del 2002. Su hermano Benjamín fue arrestado un mes después en una casa al este de la capital mexicana y trata de impedir su extradición a Estados Unidos.
Juan García Abrego, capo del cártel del Golfo, fue detenido en 1996 en el norte de México y cumple 11 condenas perpetuas en Estados Unidos.
Héctor Palma, socio del capo del cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán, fue arrestado en 1995 después de un accidente de aviación. Fue condenado a 33 años por tráfico de drogas y otros delitos.
Guzmán, posiblemente el narcotraficante más poderoso de México, fue arrestado en 1993, pero se escapó de la prisión en un camión de lavandería en el 2001 y sigue prófugo.
Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del cártel de Sinaloa, fue arrestado en 1989. El grupo delictivo se desintegró, y Guzmán asumió el control de las operaciones en ese estado.
Rafael Caro Quintero fue arrestado en Costa Rica en 1985 y extraditado a México, donde se le condenó a 40 años de cárcel por haber torturado y asesinado a Enrique "Kiki" Camarena Salazar, un agente encubierto de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en 1985.
Ernesto Fonseca Carrillo, líder del cártel de Sinaloa, fue arrestado en 1985 y se le declaró culpable de narcotráfico, secuestro y asociación para delinquir, así como por ordenar el asesinato de Camarena y de dos turistas estadounidenses.
