Lo disfrutan. Aunque J.Lo y Marc Anthony fueron seguidos por los paparazzi, no se enojaron, al contrario, lo disfrutaron.
MONTERREY, NL. Con la llegada ayer de Jennifer López a Monterrey, Marc Anthony, quien no había sido tan exigente con lo que solicitó para su concierto de anoche en la ciudad, modificó algunos requisitos para que su esposa tuviera trato de reina...
Para empezar, el staff del cantante cambió el tipo de jet que los trasladaría por uno más grande, para que cupiera más gente que viene con ella y que todos pudieran viajar más cómodos.
Además, aunque no se precisó el número de elementos, se incrementó la seguridad para ambos, pues Ubika Producciones, la empresa que contrató al intérprete, tenía a ciertos elementos que lo resguardarían a él, pero después pidieron que aumentara la cifra, porque lo acompañaría la actriz.
La reservación para el salsero sería una master suite en un hotel, que finalmente se cambió por la suite presidencial.
Entre las peticiones estaba la de varias botellas de vino con valor de casi 5 mil pesos cada una, además de jugos especiales y mucha agua purificada. Alrededor de las 13:20 horas, y de manera discreta, para no ser detectados, salió del estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Monterrey un convoy de tres camionetas y en la segunda de ellas iban J.Lo y Marc, quienes, al ser "descubiertos" por la prensa, fueron seguidos por éstos hasta su hotel. Se vio que la pareja cargó con sus almohadas.