La zapatería de damas de la casa Louis Vuitton, en los Campos Elíseos (2005).
La firma Louis Vuitton, de gran tradición en artículos de moda, tiene una larga historia de colaboraciones con artistas, arquitectos, diseñadores de moda, estilistas y fotógrafos de renombre internacional.
Para celebrar y compilar el importante acervo de obra generada a través de estas colaboraciones, dicha marca editó el libro Louis Vuitton: Arte, Moda y Arquitectura, el cual ofrece una cuidada selección de los intercambios creativos entre la firma e importantes personajes de distintas disciplinas del diseño y las artes plásticas.
El resultado es una publicación diseñada por uno de los más importantes colaboradores artísticos de la firma, el japonés Takashi Murakami -la mente creativa detrás de las famosas cerecitas de Vuitton- la edición muestra una portada blanca con el logotipo de las LV entrecruzadas, "intervenido" con el colorido y las figuras de Murakami. Lleva también una cubierta de plexiglás transparente grabada con el motivo Damier, los iconicos cuadros de la firma.
EL LIBRO No solamente presenta impactantes fotografías e ilustraciones, sino que se complementa con ensayos críticos que analizan la intervención de la firma en uno de los periodos más fructíferos de la creación contemporánea: la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI.
En sus 400 páginas, los textos corresponden a reconocidos críticos internacionales de arte, moda y arquitectura como Taro Igarashi, Jill Gasparina y Olivier Saillard, entre otros; mientras que los documentos a color suman 400. La edición será publicada en francés, inglés e italiano por la Martinière, Rizzoli NY y Rizzoli Italia, respectivamente, y solamente estará a la venta en las boutiques Louis Vuitton y en el sitio www.louisvuitton.com. Desde su fundación en 1854, la casa Vuitton cultivó una relación íntima con las artes. Cuando sólo se dedicaba a la producción de productos para viajar, trabajaron con renombrados ingenieros, decoradores, pintores, fotógrafos y diseñadores de la época; colaboraciones que fueron creciendo en número en las siguientes décadas.
La combinación de moda y arte alcanza su punto culminante cuando se une el diseñador Marc Jacobs a la maison como director creativo, en 1997; él amplió las posibilidades de la firma para incluir prendas masculinas y femeninas, relojes y joyas, combinando la exquisitez artesanal que ya caracterizaba a la casa con su buen gusto y sentido de la innovación, para así crear una experiencia completa de estilo de vida. Apasionado por el arte contemporáneo, Jacobs invitó a algunos de los artistas más renombrados para unir fuerzas con la marca. Vuitton despegó como nunca y los productos se han convertido en objetos de deseo para todo fashionista que se respete.
Esto ocurrió especialmente con los bolsos adornados con las cerezas de Murakami, aquellos cubiertos del graffiti del fallecido Stephen Sprouse y los modernísimos y coloridos de Richard Prince.
Pero los trabajos artísticos no se han limitado a los bolsos, también han incluido a otros objetos, aparadores, instalaciones artísticas específicas para las boutiques, proyectos arquitectónicos de grandes firmas para los puntos de venta, exposiciones en el Espace Louis Vuitton, dentro de la tienda de los Campos Elíseos, en París, la adquisición de obras para incrementar la colección de arte de la maison y hasta la creación de campañas publicitarias basadas en fotografías de algunos de los más grandes artistas contemporáneos de la lente.
