Michelle Lee estudió una carrera para resolver crímenes. Trabajando como investigadora forense para el departamento de policía de la ciudad de Nueva York, fue adiestrada en hacer el tipo de tareas que el programa "CSI" hizo famosas en televisión.
Pero la joven de 24 años se convirtió en víctima de un crimen a fines de abril, al ser asesinada de un golpe en la cabeza con una plancha, dijo el sábado un médico forense de la policía. Una compañera de cuarto descubrió su cadáver desnudo, atado a una cama.
Las autoridades suponen que la muchacha fue apuñalada, quemada en el estómago con una plancha caliente y atada, pues su asesino quería que luciera como si hubiese sido torturada o víctima de un delito sexual.
Finalmente, usando las mismas técnicas investigativas que estudiaba Lee, las autoridades arrestaron el viernes a su ex novio, Gary McGurck, de 23 años. McGurck era estudiante de la escuela de leyes John Jay.
Joseph Corozzo, abogado de McGurck, dijo que su cliente es inocente.
"Se trata de un crimen horripilante, pero mi cliente no es responsable por él", afirmó Corozzo.
Lee había abandonado en fecha reciente el hogar de sus padres y vivía en Sunnyside, en el condado de Queens. Comenzó a trabajar para la policía de Nueva York en septiembre del año pasado, y estudiaba investigaciones forenses en un laboratorio. Para ello tenía que analizar evidencias, tales como muestras de cabello, drogas, residuos de pólvora y fluidos corporales. Se iba a especializar en la rama de estupefacientes.
En el fin de semana de su asesinato, su compañera de cuarto estaba fuera de la ciudad. Cuando regresó, el domingo 26 de abril, pensó que Lee estaba durmiendo y no se molestó en saludarla. Cuando vio que al día siguiente no se había despertado, su compañera espió el dormitorio de Lee y descubrió la espantosa escena. Lee estaba desnuda y había sido amarrada a la cama. La punta de un cuchillo sobresalía de su garganta.
No había señales de ingreso forzado en la habitación.
Los investigadores tomaron un interés especial en el caso, pues se trataba de una persona que trabajaba para la policía. Inclusive ofrecieron una recompensa de 12 mil dólares para quien pudiera brindar información que condujera al asesino.
Pasaron varias semanas y, finalmente, las pesquisas se centraron en su ex novio, McGurk. Todo indicaba que el joven era la última persona que se había contactado con Lee, y sus declaraciones eran contradictorias.
Finalmente, usando los métodos que Lee había estudiado, los investigadores determinaron que McGurk era el principal sospechoso.
El viernes, el fiscal de distrito Richard Brown acusó a McGurk de homicidio no premeditado, de manipulación de evidencias y de posesión ilegal de un arma.
McGurk ha insistido en que es inocente. El 4 de junio será llevado ante un tribunal. De ser declarado culpable, enfrenta una pena que va desde 25 años de cárcel hasta cadena perpetua.