La madre, dos hermanos y una tía del marino mexicano Melquisedet Ángulo Córdova, quien la semana pasada fue abatido en un choque con sicarios del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, fueron asesinados por un grupo armado en Tabasco.
Los sujetos ingresaron a la vivienda de la familia y dispararon, por lo que murieron Yolidabey Angulo Córdova, de 21 años, hermana del marino; Benito Angulo Córdova, hermano del marino; su madre, Irma Córdova, y Josefa Angulo Flores, otra familiar, que pereció en el trayecto al hospital de esa localidad.
De acuerdo con las primeras indagatorias, habrían participado desconocidos armados a bordo de tres camionetas, quienes entraron armados a la casa ubicada en el bulevar Manuel Romero, de la colonia Quintín Arauz, a unos 1.5 kilómetros de la cabecera municipal.
Tras los hechos, la casa fue asegurada y acordonada por elementos de la Quinta Zona Naval, mientras el Ministerio Público ingresó para el levantamiento de los cuerpos y peritos realizaban las investigaciones, en tanto que se inició un operativo de vigilancia en la región.
El ataque ocurrió los primeros minutos de este martes, unas horas después de que habían sido sepultados en el panteón local los restos del marino.
Un portavoz de la Secretaría de Gobernación (Interior) confirmó a Efe las muertes de los cuatro parientes en hechos ocurridos poco antes de la medianoche de ayer, en la comunidad de Quintín Aráuz, en el municipio de Paraíso, a unos 40 kilómetros de Villahermosa, la capital del estado.
El pasado 16 de diciembre el marino Angulo Córdova participó en una operación lanzada en Cuernavaca, capital del estado de Morelos, contra el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, acción en la que fue abatido Arturo Beltrán Leyva y seis de sus escoltas.
Arturo Beltrán Leyva era uno de los capos más buscados en México y la Fiscalía mexicana ofrecía por su captura 30 millones de pesos (unos 2.3 millones de dólares).
Un día después de la operación, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía), Arturo Chávez Chávez, admitió que la acción podría desatar una guerra al interior de su cártel y avivar las existentes con otros grupos rivales.
El soldado muerto actuaba como tercer maestre de Fuerzas Especiales y falleció recibiendo atención médica, tras un intenso tiroteo que se prolongó por varias horas al interior del condominio "Altitude" en el centro de Cuernavaca, ciudad ubicada 91 kilómetros al sur de Ciudad de México.
