El primer ministro italiano Silvio Berlusconi dijo hoy que no cambiará, pues los italianos 'me quieren así y mi aceptación es del 61 por ciento'.
'Los italianos sienten que soy bueno, generoso, sincero, leal, que mantengo las promesas', declaró el jefe del gobierno italiano en rueda de prensa en L'Aquila, la ciudad afectada por el terremoto del pasado 6 de abril que causó casi 300 muertos.
Involucrado en una serie de escándalos, Berlusconi calificó nuevamente como 'basura y calumnias' las noticias sobre la indagación de Bari.
Los fiscales de esa ciudad conducen la investigación sobre presunta inducción a la prostitución por el caso de varias mujeres que han confirmado haber recibido dinero por asistir a fiestas del jefe de gobierno en Roma o Cerdeña.
La principal testigo es la 'acompañante' Patrizia D'Addario, quien ha presentado a los magistrados grabaciones con audio y video sobre sus encuentros con Il Cavaliere.
Pero Berlusconi insistió que esas noticias son 'calumnias', aunque reconoció que 'algunas de mis fiestas son seguramente divertidas, pues yo soy un gran entretenedor'.
Dijo que aunque por lo regular es contrario a las demandas, ahora evalúa la posibilidad de presentar una querella legal.
'Yo estoy hecho así, los italianos me quieren así; soy sincero y leal y mantengo las promesas', reiteró el premier, de 72 años de edad y que enfrenta uno de los momentos más delicados de su vida política, iniciada en 1994, cuando a su exitosa carrera empresarial unió la política.
Il Cavaliere también prometió que en septiembre próximo serán levantados los campamentos con tienda de campaña en los que viven más de los 30 mil damnificados por el terremoto.