La guerra entre bandas del narcotráfico dejó 23 ejecuciones en el país, la mayoría en los estados de Sinaloa (seis) y Chihuahua (ocho).
A nueve meses de asumir el cargo, el director de Servicios de Protección de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, Rafael Gaxiola Peñuelas, fue herido de gravedad en un atentado a balazos.
El director de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia del estado, Martín Robles Armenta, informó que la agresión ocurrió a las 09:20 horas de ayer, en la colonia Toledo Corro, de Culiacán.
Gaxiola Peñuelas conducía una camioneta con rumbo a sus oficinas, cuando fue baleado por tres hombres.
La Policía Ministerial de Sinaloa reportó que tres adolescentes, de 17 años, que viajaban en una camioneta con placas de Estados Unidos fueron rafagueados en el estacionamiento de un centro comercial de Guasave; dos murieron y uno quedó herido.
En el reporte se identifica a un joven de 16 años, ultimado a balazos cuando caminaba en la colonia Toledo Corro de Culiacán. En la sindicatura de Emiliano Zapata, fue localizado muerto un campesino y dos hombres fueron asesinados en Mazatlán y Cosalá.
En Chihuahua la escalada de violencia dejó ocho ejecutados, cinco en Ciudad Juárez y tres en Nuevo Casas Grandes.
José Luis Huerta Fuentes, dueño de un banco de arena en Michoacán, fue asesinado al resistirse a ser secuestrado, informó su hijo Osvaldo Huerta Rentería, herido en el ataque.
Cuatro crímenes se reportaron en Guanajuato y cuatro en Guerrero, informaron las secretarías de Seguridad Pública estatales.