Duro golpe. El secretario de Hacienda, Agustín Carstens reconoció que la epidemia por influenza será un duro golpe para la economía.
A fin de seguir impulsando la economía, la falta de ingresos fiscales como consecuencia de la crisis que ha generado la epidemia de influenza, estimada en 10 mil millones de pesos, será absorbida por el Gobierno Federal a costa de un mayor déficit público que se ubicará entre 1.9 y 2 por ciento del PIB, en lugar del 1.8 por ciento programado, explicó el secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
En entrevista en televisión, el funcionario dijo que "si las medidas -fiscales- no resultan ser suficientes después de un par de meses podríamos revisarlas".
Negó que sean un engaño los incentivos anunciados para el sector productivo, y es un hecho que ingresos se tenían presupuestados y ahora los tienen que absorber a costa de mayor gasto, y, en consecuencia, un mayor déficit.
Carstens insistió en que el déficit presupuestal se incrementará, por lo menos, en esos 10 mil millones de pesos.
Dijo que se ha asegurado un financiamiento del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de largo plazo, para acomodar parte de las presiones que se van a presentar como resultado de esta contingencia.
"La contratación de deuda avanza conforme a lo que se tenía previsto en la Ley de Ingresos", aseveró.
Por su parte, los recursos del FMI se tienen como una reserva contingente en caso de que se presenten problemas de balanza de pagos, los cuales no se han presentado.
Para presionar menos los mercados crediticios nacionales, se ha sustituido deuda interna por deuda externa a fin de no presionar las tasas de interés para prestamistas del sector privado: "Estamos abriendo espacios a empresas para que puedan seguirse financiando en el país sin presionar tasas de interés", dijo Carstens.
