Desde que se cayó su cuarto de adobe, don Epifanio Romero Lugo duerme a la intemperie expuesto a las bajas temperaturas, usando este carromato como cama para estar cerca de su corral porque teme que le roben sus chivas.
Los habitantes del ejido Vida Nueva o Presa de Guadalupe no han recibido apoyo de las autoridades para reconstruir las viviendas que se cayeron durante la inundación del río Nazas.
Algunas personas como don Epifanio Romero Lugo, duermen a la intemperie, usando un carromato como cama para estar cerca de su corral porque teme que le roben sus chivas, su única protección contra el frío son unos cobertores y un hule que colocó como una especie de casa de campaña muy rústica.
Como se informó, esta comunidad fue la primera que resultó afectada con la avenida del Nazas, el 19 de septiembre por la noche el nivel del río alcanzó al menos 7 viviendas que estaban construidas entre los corrales de cabras, también se inundó el salón de acuerdos y la cancha de basquetbol.
La inundación derribó 7 cuartos de adobe y provocó daños en el salón de acuerdos y en otros dos cuartos que están construidos de block, por eso los habitantes esperan que las autoridades les lleven los materiales para reconstruir las viviendas.
“Nos dijeron que sí nos van a pagar, pero hasta enero, es que se atravesaron las vacaciones de diciembre, nosotros no le hemos movido nada, estamos esperando que vengan en enero a darnos los apoyos que nos prometieron”, dijo Leticia López.
Por su parte, don Epifanio Romero Lugo comentó que en su cuarto se perdió su cama, unas sillas y el comedor que no alcanzó a sacar, entre los escombros todavía se alcanza a ver la cabecera de la vieja cama y a escasos 2 metros está el carromato que es desde hace meses la cama de esta persona y su protección tres cobertores y un hule.
“Ahí me arrecholo en la noche y estoy titiritando de frío, ojalá que las autoridades nos den el apoyo para reconstruir los cuartos y que nos traigan unas cobijas porque ya empieza a hacer frío”, dijo don Epifanio.
