Auténticos Tigres terminó con una sequía de 32 años sin título en la Onefa. (Jam Media)
Monterrey, Nl.- Y el "Volcán" por fin hizo erupción. No podía ser de otra manera, si sus verdaderos Tigres se proclamaron campeones de la Conferencia del Centro en la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA).
Fue la noche del regreso a los orígenes, a la cima de la liga, al estadio que es suyo. Son los Auténticos, para quienes fue construido el Universitario, no los mininos del soccer, esos que casi siempre deambulan por los últimos lugares de la tabla.
Eso explica el júbilo que se desató y se prolongó hasta altas horas de la noche en el campus de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Los felinos recuperaron la corona 32 años después, ante unos Pumas CU que se suicidaron.
El 42-21 que registró la pizarra electrónica pudo ser demasiado cruel para un subcampeón que nunca dejó de luchar, pero cometió errores muy graves.
Durante toda la temporada, Jonathan Barrera no soltó un balón. Anoche lo hizo en el momento más inoportuno, cuando los capitalinos intentaban regresar en el marcador.
Fue en el regreso a la patada de salida en la segunda mitad. El estelar corredor sabía que su error era demasiado costoso, por eso se pegó en el caso de manera constante mientras caminaba rumbo a la banca. En una final no hay margen de error.
Lo demostró Roberto Vega, ese corpulento quarterback que infunde miedo entre las defensivas rivales. Le apodan el "Monstruo" y le queda a la medida. Sus 192 centímetros de estatura, más de 100 kilogramos de peso y el cañón que tiene en el brazo, comprueban por qué es tan temido.
Lanzó cuatro pases de anotación, dos a Carlos Garza, quien también se robó una parte de la noche, al igual que Luis Araujo.