El INAH concluyó el expediente Camino Real Tierra Adentro, en Durango, que será postulado este mes de enero como Patrimonio Mundial ante la Unesco. (El Universal)
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó el expediente técnico del Camino Real Tierra Adentro, localizado en Durango, que será postulado este mes de enero como Patrimonio Mundial ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Alberto Ramírez Ramírez, director del Centro INAH-Durango explicó que esta entidad representó parte fundamental de la ruta del Camino Real, la cual fue trazada en el siglo XVI por los antiguos conquistadores españoles para desarrollar el comercio, facilitar las campañas militares, apoyar la colonización y la evangelización en el norte de la Nueva España.
La investigación del expediente técnico duró más de una década y fue financiada por el gobierno estatal y asesorada por especialistas del INAH.
Contiene, además, el registro y catalogación de 19 monumentos históricos de los siglos XVI, XVIII y XIX que formaron parte del antiguo camino, el cual además de Durango abarca las entidades de Aguascalientes, San Luis Potosí, Chihuahua, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Distrito Federal, estado de México y Zacatecas, en México, y Nuevo México, en Estados Unidos.
La ruta duranguense
“A partir de la configuración de esta ruta en Durango se desarrollaron presidios, hospederías, mesones y haciendas que servían como puntos de apoyo para los viajeros que llegaban hasta allá movidos por el descubrimiento de los minerales y después por el comercio”, comentó Ramírez Ramírez.
Ramírez Ramírez adelantó que ya para próximas fechas se tiene contemplada la conformación de un plan de manejo para la ruta, donde se analizarán el número total de inmuebles a intervenir, así como las acciones de mantenimiento y conservación de los mismos.
Señaló, que a la par de la investigación del Camino Real Tierra Adentro se realizó un registro del patrimonio intangible, no sólo de la ruta, sino de todo el Estado, en el que se incluyeron las manifestaciones culturales, a efecto de preservarlas y promoverlas entre la población más joven.
Entre éstas destacan festividades religiosas, fiestas paganas, cultos a santos, danzas y música, entre otras, que quedaron documentados en este trabajo etnográfico.
También se logró incorporar a las devociones regionales más arraigadas en la entidad, entre las que se ubica la del Señor de Mapimí, venerado en el municipio de Cuencamé.
De acuerdo con la información del titular del INAH-Durango, este culto tuvo sus orígenes en la época colonial, pues a esta imagen religiosa se encomendaban los viajeros que transitaban por el Camino Real Tierra Adentro.
“Ahora los que piden protección al Señor de Mapimí son los inmigrantes que pasan por el Estado para cruzar la frontera hacia Estados Unidos”, finalizó.