Vestido con un elegante traje color marfil y corbata gris, Montero estuvo acompañado de uno de sus abogados Marcos Beaton y del terapeuta de Miami, Steven Strumwasser. (Notimex)
El cantante mexicano Pablo Montero compareció ayer ante un juez estadounidense, que aprobó el avance en su programa de rehabilitación antidrogas y lo citó para una nueva revisión el próximo 17 de febrero.
Montero se presentó ante la juez Deborah White-Labora que revisó el reporte y se mostró satisfecha de que el artista haya buscado ayuda adicional para su tratamiento. “No es fácil estar bajo el microscopio” de la opinión pública.
“Esto no es fácil para ninguna persona por múltiples razones (...) sé que vas a terminar exitosamente -el tratamiento-”, le animó la magistrada durante una audiencia de unos cinco minutos en una atestada sala de corte.
Vestido con un elegante traje color marfil y corbata gris, Montero estuvo acompañado de uno de sus abogados Marcos Beaton y del terapeuta de Miami, Steven Strumwasser, quien explicó a la juez los avances hasta el último examen de drogas practicado al cantante el pasado primero de enero.
Montero y su equipo salieron del tribunal en una camioneta negra sin dar declaraciones y sólo el terapeuta que bajó unas cuadras adelante para abordar su automóvil acertó a decir que Montero se encuentra “fantástico” con el tratamiento y está “esperanzado” que en febrero sea su última audiencia.
La juez había propuesto el dos ó nueve de febrero como fechas tentativas para la audiencia, pero el abogado Beaton dijo que Montero estará trabajando en este país el 12 de febrero por lo que le quedaba más cómoda la fecha del 17 de febrero, pues el lunes 16 es feriado. Queda claro que el cantante logró el permiso de las autoridades estadounidenses para entrar al país, ya que en octubre y en noviembre pasado, no pudo asistir a la corte, pues al ser extranjero y tener antecedentes delictivos, necesitaba de un permiso especial pese a tener visa vigente.
El artista de 39 años, cuyo nombre real es Oscar Daniel Hernández, se somete al tratamiento antidrogas tras su detención por la Policía de Miami Beach en el 2007, luego de que se le halló cocaína en el vehículo que conducía. Para evitar ir a juicio en cantante se declaró culpable y aceptó el tratamiento.
En agosto pasado fue detenido durante 48 horas por violar las normas de su libertad condicional al reincidir en el uso de la droga.
“Fue un consumo muy mínimo y me arrepentí en el momento, quisiera pedirle una nueva oportunidad, estoy entregado 100% a esto (al tratamiento) por mi familia, mi hijo y mi trabajo”, dijo en aquella oportunidad al magistrado en turno Jeffrey Rosinek, que sin embargo lo envió a la cárcel.
Desde entonces el actor de melodramas como Fuego en la Sangre se ha mantenido limpio, según los reportes de su tratamiento, pues de lo contrario hubiera regresado a prisión.
Y esta historia inicia así...
Pablo Montero, cuyo verdadero nombre es Oscar Hernández, tenía visa para trabajar en Estados Unidos cuando fue detenido en agosto de 2008 por haber transgredido las condiciones de su libertad condicional, derivadas de una detención en la que se le halló la droga en su vehículo un año antes. Fue liberado tras pasar una noche en la cárcel.
Debido a que es extranjero y tiene antecedentes delictivos, necesitaba un permiso para entrar a Estados Unidos independientemente de que su visa estuviera vigente.
A finales de agosto de 2007, la Policía de Miami Beach lo detuvo por haber pasado un semáforo en rojo y haber girado a la izquierda en una calle en la que sólo se podía doblar hacia la derecha. De acuerdo con el reporte policial, los agentes encontraron una pequeña bolsa con cocaína en su automóvil y Montero admitió que era suya.
Mejor conocido por su carrera musical, Montero ha trabajado en telenovelas como Yo amo a Juan Querendón, Duelo de Pasiones y Vivo por Elena. También ha interpretado canciones para producciones como Olvidarte Jamás y Gata Salvaje.