Aviación, víctima de altos costos

 MÉXICO, DF. - El mundo de la aviación está por cerrar las páginas de un decenio horribilis.

Víctima de ataques terroristas que provocaron psicosis entre los turistas de todo el mundo, de la reestructuras en operativos aeroportuarios, de crisis financieras y volatilidad en los precios del combustible, la industria aeronáutica perderá este decenio alrededor de 52 mil millones de dólares (mdd).

La tétrica historia comenzó a escribirse en 2001 con los ataques terroristas contra las torres gemelas en Nueva York que obligaron a las líneas aéreas a buscar una especie de blindaje generando un sentimiento de inseguridad entre los turistas, y miles de ellos cancelaron sus vuelos, principalmente hacia Estados Unidos, pero los efectos arrastraron también los números de la aviación mexicana.

El golpe fue muy duro, no solamente para la economía estadounidense sino para la del planeta, como lo explican analistas del sector entrevistados.

Jorge Sunderland, presidente de la Oficina de Consultores Sunderland Kuri, recuerda que la industria no pudo reponerse fácilmente de ese impacto. El miedo y la sensación de inseguridad entre los viajeros y los mismos operarios de aerolíneas se prolongó durante todo 2002 y 2003.

En esos años, la aviación internacional atravesaba por un momento muy complicado, luchaba por sacudirse la sombra de la inseguridad e intentaba salir de un problema mundial de desregulación aeronáutica, además de que en 2003 brota en China el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) que ocasiona pérdidas cercanas a 15 mil mdd en la industria aérea, el cierre definitivo de tres aerolíneas de ese país y un importante efecto negativo en el comercio internacional; un dilema que incrementó la pérdida de confianza, no sólo en materia turística sino también en temas de inversión.

Esos acontecimientos, apuntó el especialista, generaron un golpe muy lesivo en materia económica dentro del sector.

Mientras tanto, en otros países la industria comenzaba a migrar hacia los modelos de bajo costo, se mostró más precavida y desconfiada en las operaciones que realizaba debido el inminente aumento en el precio de carburantes del petróleo; el momento ya era muy complicado en materia de coyuntura de la industria.

Giovanni Bisignani, director general de la Agencia Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), declaró recientemente en Ginebra, Suiza, que la industria está cerrando un decenio horribilis, pues de 2000 a 2009 las aerolíneas reportan una pérdida de 49 mil 100 millones de dólares lo que significa un promedio de cinco mil mdd por año.

"Estamos acabando un annus horribilis con el que se cierra una década de desafíos para la aviación que podemos llamar decenio horribilis", reiteró Bisignani.

 ACTIVIDAD MUY DELICADA

Fernando Perfecto Cruz, secretario general de la Asociación de Pilotos Aviadores de México (ASPA), coincide al señalar que ésta no fue una buena década y que el retraso de la industria comenzó desde que se suscitaron los eventos de Nueva York con las torres gemelas.

"Esta actividad es muy delicada; reacciona muy rápido a factores exógenos y cualquier cosa que aparentemente no esté ligada a la aviación puede influir en ella de manera dramática. Esto de la influenza, por ejemplo, acá en México ha venido a dar al traste con todo el año 2009 y la crisis financiera que comenzó a gestarse a finales de 2007 también hizo que la aviación fuera sujeta a grandes pérdidas".

Lo que es un hecho es que entre los efectos de las crisis financieras y los acontecimientos de Nueva York, y en México la influenza, generaron efectos que se esparcieron que dieron como resultado una crisis global durante los últimos 10 años.

Fernando Perfecto coincide con los puntos de vista de Bisignani; sin embargo, él estima que los daños que se acumularon durante toda la década alcanzarán a sumar hasta 52 mil mdd.

Juan Antonio José, analista independiente del sector aéreo, apuntó que los ataques terroristas que estremecieron al mundo entero en 2001 obligaron a la aviación a desplegar todo un dispositivo que la protegiera de cualquier otro atentado.

La mejor solución que encontró la industria fue blindar todos sus sistemas operativos en prácticamente todos los aeropuertos del mundo, con medidas que muchos turistas tildaron de exageradas.

Ese blindaje colaboró sin duda, para que la industria sufriera un retraso económico y tecnológico que aún se refleja, a punto de acabar la primera década del siglo XXI.

"La aviación se blindó, los aviones se blindaron y las consecuencias para la industria fueron devastadoras. De 2001 a la fecha no nos hemos recuperado por guerras, por miedo y ahora por la crisis económica que en México se dejó sentir durante 2008 y 2009, pero que en Estados Unidos surgió desde 2007, y hoy la aviación se ha reducido a niveles inferiores a los que se hallaba en 2000, hace una década", comentó Juan Antonio José.

Los niveles a los que el especialista se refiere son, por supuesto, en cuanto a número de pasajeros transportados, número y renovación de flota, y a mano de obra.

"Hemos retrocedido, la aviación ha dejado de ser atractiva, hoy es onerosa y desagradable por tantas medidas restrictivas en los aeropuertos, por la inseguridad y por la calidad del servicio que deja mucho qué desear", agregó el especialista.

 ENTORNO DOMÉSTICO

México, como el resto del mundo, no fue ajeno a la problemática y la crisis que envolvió al sector aéreo desde el 11 de septiembre de 2001.

La posición geográfica que el país guarda con Estados Unidos, y que esa ocasión no fue tan privilegiada, irremediablemente arrastró a la aviación mexicana que, cuando comenzaba dar leves señales de reactivación en 2007, sufrió una fuerte recaída y todavía no logra recuperarse.

De acuerdo con expertos, todos los acontecimientos internacionales que se registraron desde el año 2000, sumados a situaciones muy específicas del país influyeron de forma muy negativa en el desarrollo de la aviación mexicana.

Coinciden en señalar que mientras en otros países han habido intentos de fusiones y alianzas que atendían la demanda con tarifas reales y competitivas, aquí las autoridades se preocuparon más por provocar un exceso de oferta en el mercado que a final de cuentas afectó severamente a cada una de las línea aéreas locales.

Jorge Sunderaland, de Consultores Sunderland Kuri, considera que "uno de los grandes problemas que históricamente ha prevalecido es el bajo porcentaje de turistas mexicanos, aproximadamente 25%, que tienen acceso a viajar en avión, y a eso se le suma una estructura muy centralizada que existe en la red aeroportuaria, pues de las 330 rutas promedio que existen desde hace más de 25 años, sólo 30 concentran a cerca de 90% de los turistas nacionales que viajan en avión".

El analista independiente, Juan Antonio José, asegura, que la situación en México es otro boleto porque desde los años 60 las autoridades hablan de dos temas que son la fusión Mexicana-Aeroméxico, y la creación de un nuevo aeropuerto.

"La aviación mexicana a pesar de lo que ocurrió el 11 septiembre de 2001, tuvo un crecimiento sano; de hecho la región Latinoamericana tuvo un alto crecimiento. Pero cuando a Estados Unidos le da gripa a nosotros nos da pulmonía y así fue. El impacto fue terrible y las líneas aéreas pagan las consecuencias de la falta de poder adquisitivo de quienes usan ese transporte".

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