Un largo viaje. Militares descargan de un helicóptero de la Fuerza Aérea brasileña los primeros cadáveres de las víctimas del accidente del avión Airbus A330-200 de Air France en el archipiélago Fernando de Noronha, Brasil.
Sospechan que terroristas pudieron estar entre los pasajeros del Airbus.
RECIFE, BRASIL.- Un submarino nuclear francés llegó ayer a la zona donde cayó el vuelo 447 de Air France para rastrear las profundidades del océano Atlántico en busca de las cajas negras que ayudarían a establecer las causas de la caída del avión Airbus que mató a 228 personas.
El lento submarino de ataque Emeraude podrá rastrillar franjas de unos 55 kilómetros cuadrados por día para intentar detectar las señales acústicas que las cajas deberían transmitir durante 30 días a partir de la caída el 31 de mayo, dijo ayer el vocero de las Fuerzas Armadas francesas Christophe Prazuck. Las autoridades brasileñas dijeron que han recuperado 41 cuerpos.
Sin información clave de las grabadoras de datos del avión, los investigadores hasta ahora se han concentrado en la posibilidad de que los detectores externos de velocidad -conocidos como tubos Pitot- se hayan congelado y transmitido información errónea a las computadoras del Airbus-330 cuando éste ingresaba en una zona de tormentas.
Los restos del avión y los cadáveres fueron encontrados a unos 900 kilómetros al Noroeste de las islas de Fernando de Noronha, frente a la costa de Brasil.
Los primeros 16 cadáveres recuperados y que llegaron el martes a la isla de Fernando de Noronha serían entregados ayer en Recife para ser sometidos a exámenes forenses, mientras los restantes 25 deben llegar hoy para la toma de huellas dactilares.
La búsqueda de la caja negra es una carrera contra el tiempo porque sus señales se desvanecen 30 días después del accidente. En caso de ser hallada la caja negra, el Emeraude utilizará el minisubmarino Nautile, que puede bajar al suelo marino para recogerla.
El capitán de fragata brasileño Giucemar Tabosa Costa dijo a periodistas que el área de búsqueda de restos de la aeronave se extendió hacia aguas territoriales de Senegal, en África, debido a que las corrientes marítimas indican que los restos del siniestro pudieron ir hacia esa región.
Hasta ahora han peinado una zona de 200 mil kilómetros cuadrados de superficie marina en busca de restos.
La revista francesa L'Express informó ayer que los servicios de Inteligencia franceses dijeron que los nombres de dos pasajeros del Vuelo 447 coincidían con el de sospechosos de terrorismo islámico, pero advirtió que no se conocían las fechas de nacimiento y podría tratarse de una mera coincidencia en los nombres, que no fueron divulgados.
Un alto funcionario francés, que pidió no ser identificado, dijo que no tenía información que respaldara esa denuncia. La Policía francesa y la Inteligencia británica se negaron a hacer declaraciones.
La Policía federal brasileña examinaba filmaciones en video de la puerta de abordaje para identificar a los pasajeros, pero no para investigar sospechas de actividad terrorista.
Entretanto, líneas aéreas de todo el mundo comenzaron a reemplazar los tubos Pitot de sus aeronaves y la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que certifica los aviones Airbus, dijo que estaba "analizando datos con la posibilidad de ordenar acciones correctivas obligatorias", luego de los informes sobre la posible falla de los tubos.
Sufre avión tubulencias en zona de accidente
Un avión de la compañía alemana Lufthansa sufrió fuertes turbulencias e incluso registró un herido entre sus pasajeros al sobrevolar la misma zona en la que se produjo el accidente del aparato de Air France en el que murieron 228 personas.
El semanario germano "Stern" revela en su próxima edición que un aparato Boeing 747-400 que cubría la línea entre Sao Paulo y Francfort sufrió fuertes turbulencias a tres horas de la costa brasileña, 48 horas antes del accidente del aparato galo.
La propia Lufthansa confirma en la revista que un pasajero resultó herido al salir despedido contra el techo del avión cuando éste sufrió una fuerte sacudida.