Es recomendable que el paceinte que padece Alzheimer esté rodeado de cariño que le pueden ofrecer sus seres queridos.
Demencia es el término general que se utiliza para describir desórdenes del cerebro que afectan principalmente la memoria y el comportamiento de las personas.
La enfermedad de Alzheimer representa entre el 50-60 por ciento de todos los casos de demencia y las personas afectadas son incapaces de cuidarse a sí mismas y necesitan ayuda en todos los aspectos de su vida diaria.
Existen diez señales de alarma que es necesario detectar al llevar a su familiar con un médico para que le practiquen un examen completo y determinar si puede tener o no el padecimiento, y si el diagnóstico es positivo acuda a una Asociación Alzheimer donde le brindarán toda la atención disponible. Las señales son:
. Pérdida progresiva de la memoria.
. Confusión y desorientación en el tiempo.
. Repetir a cada rato la misma cosa.
. Perder las cosas, dejarlas o esconderlas en lugares poco usuales.
. Mostrar agitación, inquietud o nerviosismo.
. Querer irse de la casa argumentando que ésa no es su casa.
. Perderse o extraviarse, incluso en el propio vecindario.
. No poder reconocer a familiares cercanos: esposo, esposa, hijos.
. Mostrarse cansado, callado, triste o deprimido.
. Mostrarse tenso, irritable o agresivo.
. Presentar alucinaciones, ver cosas o escuchar ruidos que no existen.
. Mostrarse paranoico o sospechar de todo el mundo.
Otra situación muy importante es el estrés que experimenta la persona que cuida a un enfermo con Alzheimer, porque se dedica mucho tiempo y energía al paciente y se descuida la propia tranquilidad.
He aquí diez señales de estrés del cuidador:
. Negar la enfermedad y sus efectos en la persona que la padece.
. Enojo contra el enfermo, contra las personas que ignoran lo que se está viviendo y contra la idea de que no existe la cura o un tratamiento efectivo.
. Aislamiento de amigos o actividades que disfrutaban anteriormente.
. Ansiedad de enfrentar otro día con el enfermo.
. Depresión, que afecta la capacidad de ayuda.
. Cansancio para llevar a cabo la tarea diaria.
. Insomnio, por las preocupaciones inherentes
. Irritabilidad hacia cualquier cosa.
. Falta de concentración para las actividades normales.
. Problemas de salud tanto físicos como mentales.
Para evitar lo anterior, existen diez formas de reducir el estrés:
. Obtenga un diagnóstico de su familiar lo más pronto posible.
. Conozca los recursos a su disposición. Busque centros de día, grupos de apoyo, etc.
. Capacítese. Las asociaciones de Alzheimer le pueden auxiliar.
. Consiga ayuda. Busque el apoyo de la familia y amigos.
. Cuide su salud. Vigile su dieta, haga ejercicio y descanse apropiadamente.
. Administre su nivel de estrés. Observe sus síntomas y utilice técnicas de relajamiento.
. Acepte los cambios que ocurran.
. Haga planeación legal y financiera para evitar conflictos.
. Sea realista. No se puede tener el control y permítase el dolor por la pérdida que resiente.
. No se culpe. Recuerde que usted hace lo mejor que puede.
Por lo general, los adultos mayores permanecen mucho tiempo dentro de la casa inactivos y estudios recientes han sugerido que la combinación de una dosis nocturna de melatonina (hormona que produce el cerebro y que aumenta por la noche y disminuye en la mañana) y una dosis matutina de luz brillante normaliza el ciclo sueño-vigilia en los adultos mayores.
Esto nos indica la importancia de que tanto los adultos mayores sanos, como los pacientes con Alzheimer, salgan por las mañanas a pasear o a tomar el sol. Esto les evitará estados depresivos.
El centro Alzheimer Casa de Día Juan Pablo II que existe en esta ciudad, además de la atención a pacientes, periódicamente imparte todo tipo de actividades para los adultos mayores sanos, tales como cursos de gimnasia cerebral, fomentando la creatividad, la concentración, la memoria, el estado de alerta y el deseo y la alegría de vivir; asimismo, se tienen actividades grupales; gimnasia, como el tai chi que es un gran estimulante de los hemisferios cerebrales.
Si está en los genes no se podrá evitar a futuro tener ese padecimiento, pero con medidas preventivas se puede retardar la aparición de la enfermedad. Además se da apoyo a las áreas espiritual, física, emocional y afectiva.
La prevención empieza desde el momento en que el familiar se involucra en la salud del adulto mayor, porque eso significa dar amor incondicional a quien nos cuidó de pequeños.
Cuando la persona presenta el padecimiento nada mejor que proporcionarle una atención integral en un centro de asistencia Alzheimer, ellos conocen todo sobre los pacientes y saben lo que éstos necesitan.