Aunque, de acuerdo a la ruta prevista, las subastas por “cupos” de azúcar se agotarán hasta el próximo octubre, ejecutada ya la entrega de más de la mitad de éstos, el costo del dulce apenas se ha abatido en 10 pesos… por costal de 50 kilos.
Estamos hablando de la entrega de certificados que permiten la importación libre, es decir sin aranceles o impuestos de importación al calce, de 550 mil toneladas del edulcorante, de las 850 mil previstas, provenientes de países centroamericanos, con énfasis en Costa Rica.
De acuerdo al cálculo de la Secretaría de Economía, la catarata permitiría equilibrar la oferta en el mercado interno, con la consiguiente caída de precio del producto.
En el último año el costo del dulce por costal ha crecido de 230 a 680 pesos, lo que implica un valor por kilo de 13.60, que al menudeo llega a ubicarse hasta en 21.
El escenario se agudizó durante julio y agosto pasados, cuando el incremento en el precio del endulzante en bulto llegó a ser de 20 pesos diarios.
Lo inaudito del asunto es que al fragor de las primeras subastas, es decir lanzando el mecanismo para apagar el incendio, el efecto resultó contrario al esperado, vamos el precio volvió a crecer.
La razón es simple: los beneficiarios de las subastas han sido los grandes acaparadores, quienes dosifican el abasto al mercado en función de coyunturas, es decir salen cuando sube el precio y se encierran cuando éste baja.
El juego, pues, del gato y el ratón.
De entrada, el mecanismo de subasta favoreció la causa de las grandes comercializadoras o traiders, es decir Carguill y ED& F Mann, con la novedad de que ya tenían listas en las aduanas miles de toneladas de azúcar centroamericana en espera de los “cupos”.
Lo cierto, como lo señalábamos hace unos días en este espacio, es que el problema de escasez de oferta lo provocó la propia Secretaría de Economía al permitir la exportación de un millón de toneladas del dulce, pese a que la zafra del año pasado había derivado en un déficit en relación al monto de la demanda.
Estamos hablando de una producción de 4.3 millones de toneladas frente a una demanda del mercado interno de 5.4 millones.
El dulce se vendió, en la coyuntura de la devaluación del peso, a un precio equivalente a la mitad del actual.
Según la Secretaría de Economía, el faltante para cubrir el abasto sería de sólo 600 mil toneladas.
El problema, por lo pronto, es que el nuevo costo del dulce que provocó alzas en cadena de productos que lo utilizan como materia prima, es decir pan, pasteles, dulces, galletas, chocolates, jugos y bebidas, amenaza con alcanzar las bebidas gasificadas.
Y el problema, además, es que el evidente caos en el mercado está provocando distorsiones en las expectativas para la zafra 2 004-2010 que se iniciará en octubre, en un escenario en que el precio de la caña lo determina el gobierno, según ello en función de mercado.
Se podría, pues, partir de una base errónea.
Por pronto, existe el temor de que la Secretaría de Economía pretende abrir nuevos “cupos” para intentar forzar una baja drástica en el precio, o se abra la frontera al paso libre de alta fructosa derivada de jarabe de maíz.
Por lo pronto, a río revuelto ganancia de acaparadores, en un escenario en que el costo normal del dulce debía ubicarse entre 430 y 440 pesos por bulto de 50 kilos, dado el escenario internacional.
Balance general
En lo que representa el primer handicap para el aún flamante director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, la paraestatal está en vías de otorgar un contrato por adjudicación directa a la empresa italiana Saipem, pese a que su oferta no se ubicó ni técnica ni económicamente como la mejor.
De hecho, en el primer caso existe un dictamen de la firma que vigiló la licitación marcada con el número 18572039-008, que ubica a la empresa encabezada por Piero Ciccelace con nula experiencia en la materia.
La manzana de la discordia es el llamado paquete de gasolinas limpias para las refinerías de Tula y Salamanca.
El caso es que la firma italiana exige un costo de 450 millones de dólares, frente a los 408 que plantea la otra licitante, es decir la coreana Samsung, cuya experiencia está certificada por los trabajos de reconfiguración que realiza en la refinería de Mazatlán.
Samsung fue la única que cumplió en tiempo y forma con la ruta crítica.
Lo inaudito del asunto es que en el dictamen que circula a manera de borrador se señala como “muy conveniente” la contratación de Saipem y, en paralelo, se le adjudican 18 supuestas anomalías a Samsung.
El reto, pues, está en manos de Suárez Coppel.
Salta Nextel
En contraste con la pasividad de Teléfonos de México, Axtel y aún las firmas de televisión por cable, la empresa estadounidense Nextel salió a la arena para defenderse contra la posibilidad del tributo de cuatro por ciento que pretende implantar la Secretaría de Hacienda a las telecomunicaciones.
La firma advierte que, de aprobarse éste, las empresas del ramo perderán cinco millones de clientes, además de desacelerar el crecimiento económico del país y provocar un grave retroceso en su modernización.
La guillotina afectará a 33 millones de hogares que cuentan con al menos un teléfono celular, y cuyos ingresos oscilan entre tres y 15 mil pesos mensuales.
Una de cal
En lo que pareciera más cuestión de suerte que de estrategia, por más que se habla de planeación comercial a largo plazo, México incrementó de enero a julio pasados en 12.7 por ciento su facturación por concepto de exportaciones a Canadá.
Más aún, del año dos mil al actual el flujo de ventas se ha más que duplicado, pasando de mil 933 millones de dólares a cuatro mil 382.
Como usted sabe el país ha reducido su presencia en todos los mercados, incluidos los de países con quienes se han suscrito acuerdos de libre comercio.
En el caso de Israel, hasta julio pasado la caída era de 67.8 por ciento; con Uruguay, de 50.8; con Chile, de 56.5; con Bolivia, de 41.5; con Estados Unidos, de 30.3; con Japón, de 26.4; con Guatemala, de 27.2, y con Colombia de 19.
Investigan a Graco
De acuerdo al dicho del legislador, la Secretaría de Hacienda está investigando al senador perredista Graco Ramírez, empezando por pedir su expediente al Cisen, es decir la Gestapo a la mexicana.
El director de éste, Diego Valdés Castellano, entregó el documento de inmediato.
Detrás de la acción de la dependencia estaría la intención de darle un escarmiento al senador por Morelos, tras sus declaraciones en que hablaba de una colusión entre ésta y el despacho de abogados Wide and Care, para facilitar colosales devoluciones de impuestos.
Según ello el despacho jugaría con doble cachucha, la de abogados fiscalistas y la de asesores de la dependencia.
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