Operativo. Cada fin de semana se detiene a personas que conducen en estado de ebriedad.
Cuando iniciaron los operativos del alcoholímetro, en octubre de 2006, el Municipio detenía a un promedio de 30 personas cada fin de semana, mientras que en la actualidad son alrededor de 5.
Pedro Luis Bernal, director de Tránsito, señaló que esto se debe a que existe una mayor conciencia entre los ciudadanos sobre los riesgos de conducir en estado de ebriedad, pero también a que subió 10 miligramos la tolerancia de la normativa local.
“Definitivamente hay una mayor conciencia entre los ciudadanos porque seguimos checando la misma cantidad de vehículos, son más de 50 cada noche, tanto insistir sí ha servido para que se den cuenta, se ha formado una cultura de cuidado sobre no tomar y manejar”, comentó.
Sin embargo, explicó que anteriormente eran remitidos a la ergástula municipal aquellos conductores que registraban arriba de 40 miligramos de alcohol en el aparato, pero a partir del primero de enero de 2008, cuando entró en vigor el nuevo Reglamento de Tránsito y Vialidad, el nivel permitido subió a 50 miligramos.
“El estado de ebriedad se hizo, por así decirlo, más laxo, estos 10 miligramos equivalen a dos cervezas más, a un tequila, a una copa de vino más”, dijo.
Enrique Arroyo, presidente de los Tribunales Administrativos, dijo que el viernes se detuvo a tres personas por conducir en estado inconveniente, por lo que se les remitió a la ergástula municipal y se les aplicó una multa de tres mil 117 pesos, el equivalente a 60 salarios mínimos.
A estos infractores también se les aplica una sanción administrativa por parte del Ministerio Público.