"¡Tírense al suelo, tírense al suelo !", les gritó un agente de Seguridad Pública Municipal a sus hijos al escuchar los primeros disparos que entraban a la casa donde dormían todos al amanecer de ayer, en el fraccionamiento San Antonio, de esta ciudad.
La balacera alarmó a todo el vecindario, aunque no hubo personas heridas. Las autoridades policiacas recogieron 20 casquillos de diferentes calibres.
La Agencia Investigadora del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal informó que a las 6:30 horas se recibió el primer aviso sobre los hechos, ya que varias personas reportaron la balacera al 066 de Emergencia y del C-4 se dio aviso a las corporaciones policiales.
AL AMANECER
Julio César Minor, sargento del área urbana de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), con casa en calle Moisés Camacho del citado fraccionamiento, declaró al Ministerio Público que pasadas las 6:00 de la mañana se escucharon los disparos que entraron por la ventana que da a la cochera y dañaron algunos muebles y un ventilador.
El ataque duró unos segundos que le parecieron eternos al elemento policiaco, ante el temor de que hirieran o mataran a sus hijos o su esposa, lo que por suerte no sucedió.
Luego del ataque, los agresores se fueron por la calle Arturo Gámiz, luego dejaron abandonada en esa calle una camioneta Toyota, color arena, modelo 2008, placas GAJ-8489.
ERA ROBADA
Durante las primeras investigaciones, se pudo conocer que el vehículo abandonado tiene reporte de robo del miércoles pasado, a través de una denuncia formal.
Al lugar del ataque acudieron elementos del grupo de Homicidios de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), peritos de la Procuraduría de Justicia, así como el agente del Ministerio Público para dar fe de los hechos; encontraron 20 casquillos, diez de calibre M1 y otros tantos de nueve milímetros, así como un cartucho hábil de este último calibre.
Como es del conocimiento general, son varios los ataques sufridos por elementos de la DSPM de Lerdo, en donde han muerto los uniformados, a grado tal que hubo necesidad de cambiar de domicilio el edificio de la DSPM, dado que estaba en el Centro.
