Aletargado durante seis meses, el plazo fijado por Hacienda al Citigroup de EU para definir la permanencia de la Casa Blanca como su socio, el Senado está regresando a la mesa el caso Banamex.
Estamos hablando de la violación que representa al Artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito (que señala: "No podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones conocidas como banca múltiple las personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad") la participación del gobierno de Estados Unidos en el capital de la matriz del banco asentado en México.
Como recordará usted ésta, a 36% de la totalidad del capital social, llegó como medida de emergencia para impedir la quiebra de la alguna vez intermediaria más importante del mundo, tras la llamada crisis de hipotecas (subprime, para quienes piensan en inglés).
Según el propio banco, la participación de la Casa Blanca sería temporal.
El caso es que ésta se ha prolongado más de un año, sin que hasta el momento se vislumbre una mejoría en la situación del Citigroup, al que algunos analistas califican como "fantasma sin perspectiva ni expectativa".
El banco lleva 18 meses acumulando una y otra pérdidas.
La intención del Senado, al menos de las fracciones priísta y perredista, es plantear una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia, aduciendo, en paralelo, la violación al artículo 27 de la Constitución y 18 de la Ley para Regular a las Agrupaciones Financieras.
El sustento para plantear el recurso sería un boletín de la Secretaría de Hacienda en el que se avala la legalidad de la participación de la Casa Blanca, aduciéndose lo pactado en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que prevee la participación temporal de los gobiernos de los países en concierto en el capital de bancos en situaciones extremas.
La pretensión original de los senadores priístas, perredistas y petistas que avalaban la posibilidad, era forzar al presidente Felipe Calderón a pronunciarse sobre el asunto, lo que reforzaría los cimientos del diferendo.
Sin embargo, éste no contestó a un exhorto vía un punto de acuerdo para señalar abiertamente si la posición de la dependencia encabezada por Agustín Carstens era la propia del Ejecutivo.
La suspicacia, empero, apunta a que, dado que el impulsor de la segunda puesta en escena del escándalo es el senador Manlio Fabio Beltrones, detrás de la maniobra estaría la intención de obligar a la venta del capital de Banamex, en cuyo caso estaría puesta la única intermediaria gigante de capital cien por ciento mexicano, es decir el Banco Mercantil del Norte.
Beltrones y el presidente de éste, Roberto González Barrera, tienen una añeja amistad.
Sin embargo, otras versiones apuntaban a que la maniobra la orquestarían el propio presidente de Banamex, Roberto Hernández, así como el coordinador del Citigroup para América Latina, Manuel Medina Mora, para recomprar la institución.
Lo cierto es que éstos están jugando más bien en otras ligas, es decir ampliar su participación en el Citigroup para ganar posiciones en una eventual salida de la Casa Blanca
Ahora que hay voces que hablan simple y llanamente de fintas para quitarle reflectores a la discusión del paquete económico propuesto por el gobierno al Congreso, dado lo espinoso del asunto.
Lo cierto, sea cual sea la cola detrás del asunto, es que la participación de la Casa Blanca en el capital del Citigroup lesiona el marco jurídico del país, colocando en entredicho el estado de derecho.
Y aunque el gobierno pudiera hacer esfuerzos desesperados por minimizar el asunto, aduciendo que el país tiene infinidad de problemas más urgentes, lo cierto es que la presión de la opinión pública será terrible, vivo aún el recuerdo de la operación por medio de la cual el Citigroup se engulló a Banamex.
Como recordará usted, ésta se cruzó en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores, lo que le permitió a los ex socios del ex banco mexicano soslayar el pago del Impuesto sobre la Renta, cuyo monto habría alcanzado al menos 26 mil millones de pesos.
Esconder la cara del avestruz, pues, ya no es la salida.
A contrapelo de la opinión de las cúpulas privadas, el gobierno está negociando la posibilidad de un Acuerdo de Libre Comercio con Brasil, cuyo escenario lo abrió en su última visita al país carioca el presidente Felipe Calderón.
La alternativa se frustró hace 15 años, cuando el gobierno brasileño planteó una base de arranque con un tope de aranceles o impuestos de importación de ¡200 por ciento!, cuando la Organización Mundial de Comercio hablaba de un promedio de 50, por más que México quería abrir camino con 20.
Sin embargo, cinco años después se firmó un tratado en materia automotriz, en cuyo escenario México se ubicó como el patito feo. La balanza comercial es abrumadora a favor del país carioca.
Más aún, el fenómeno se repite con Argentina, otro de los países en concierto.
El problema de México, dada la nula estrategia comercial del gobierno, es que tras la firma de los Tratados de Libre Comercio los ganones absolutos resultaron las contrapartes.
El país, pues, abre las fronteras de par en par, pero no es capaz de enfrentar la reciprocidad.
Por lo pronto, la bilis llega con cargo a los industriales.
ARROLLA CÁRDENAS
Las apuestas se ubican 50 a uno a que el actual presidente de la Cámara Nacional de Transporte de Carga, Jorge Cárdenas, logre su reelección en los comicios de esta mañana, pese a que algunos consideran tibia su actuación frente a lo que ubican como embetida del gobierno contra el gremio.
De hecho, hasta ayer eran ya 690 mil, de un total de dos millones 140 mil socios, los que se habían pronunciado a favor de un nuevo periodo, por más que el voto se da por Cámara regional.
En este caso, de 36 de ellas sólo dos se habían manifestado por el candidato opositor, Noé Paredes.
BUENA Y MALA
La buena noticia para Germán Larrea Mota Velasco, es que la filial del Grupo México en Perú, Southern Cooper Company, fue ubicada por la revista Newsweek como la sexta menos contaminante de una lista de 500 firmas norteamericanas, lo que sube sus bonos en la pretención de recomprar Asarco, una productora de cobre ubicada en Estados Unidos.
La número uno es Praxair; la dos Eastman Chemical, la tres Celanese; la cuatro Alcoa, y la cinco Dow Chemical.
La investigación la avalan tres firmas internacionales.
La mala es que se registró una nueva muerte en una de los minas del emporio en México.
Estamos hablando de la localizada en Charcas, San Luis Potosí. El trabajador falleció tras caerle encima un tambo de 200 litros de aceite en una planta de beneficio, lo que indica que no había seguridad en la factoría.
La mina se dedica a la extracción de zinc.
