La tecnología satelital dejó de ser complicada y muy cara: ahora es posible para un mayor número de usuarios pagar conexiones de banda ancha en zonas donde no hay infraestructura terrestre, aseguró Alejandro Santiago, director de ventas de Pegaso Banda Ancha. Esta filial de Grupo Pegaso, propiedad de Alejandro Burillo Azcárraga, logró captar 25% del mercado de banda ancha satelital en México, a través de agresivas ofertas comerciales dirigidas incluso a usuarios residenciales.
Destacó que una de las fortalezas de la empresa frente a sus competidores es el servicio de voz, pues es la única compañía con concesión de telefonía no geográfica, lo que implica la posibilidad de asignar al cliente que lo contrata un número que se puede llevar a cualquier parte del país, con tarifas planas.
Debido a que es un número no geográfico no cambia al moverse de ciudad, y se marca un el prefijo 200. No es un servicio móvil, se conecta a una antena.
Para este servicio hay un plan que incluye mil minutos a nivel nacional, a una tarifa de 4 mil 500 pesos mensuales, indicó. Pegaso opera con la flota de Intelsat, empresa con la que obtuvo la concesión para bajar las señales de esos satélites en territorio mexicano, además de que usa la capacidad satelital de Satmex y de StarOne, de Embratel.