Andrés Iniesta (8) en el minuto 93, recogió un pase de Messi y lanzó un tremendo zapatazo que se colocó por la escuadra y resucitó al Barcelona. (AP)
Cuando el Barcelona jugaba con un hombre menos y parecía moribundo, Andrés Iniesta marcó un gol en los descuentos que le dió ayer al conjunto español el empate 1-1 contra el Chelsea y el pase a la final de la Liga de Campeones.
El gol de visitante fue suficiente para sellar el boleto del Barça a la final del 27 de mayo en Roma contra el Manchester United, que el martes aplastó 3-1 al Arsenal. El partido de ida terminó 0-0 la semana pasada en el Camp Nou.
La anotación de Iniesta a los tres minutos de los descuentos, con un remate al ángulo desde la media luna, desdibujó el gran desempeño del Chelsea, que ganaba 1-0 con un gol de Michael Essien a los nueve minutos.
Los azulgranas terminaron con 10 jugadores por la expulsión de Eric Abidal a los 66 minutos tras una falta sobre Nicolás Anelka. Cuando las esperanzas parecían perdidas para el Barça, Iniesta salió a su rescate con un gol de otro partido. El mediocampista recibió un pase de Lionel Messi, hasta entonces casi invisible, y sin tomar vuelo envió la pelota al ángulo izquierdo del arco defendido por Petr Cech, que se tiró fútilmente tratando de evitar la diana.
"El golazo de Essien nos ha condicionado. Han decidido hacer lo que hicieron en el partido de ida, todos atrás, esperando la contra", comentó el técnico del Barcelona, "Pep" Guardiola. "Nosotros desde el primer día hasta el último atacamos".
En el Chelsea el resultado dejó un sabor muy amargo. Tantos sus jugadores como su técnico no ocultaron su malestar con el árbitro noruego Tom Henning que no marcó jugadas a su favor.
A Roma
Una final muy especial.
nEl desenlace evitó una reedición de la final del año pasado en Moscú, donde Man U venció al Chelsea en una definición por penales.
n El Barça sigue en curso de conquistar tres títulos esta temporada: la Champions, la liga española y la Copa del Rey.