IMSS. En la Clínica 66 del IMSS se quejan por la falta de medicamento, pues muchos pacientes se ven obligados a surtir sus recetas en el medio privado en donde el costo resulta oneroso. EL SIGLO DE TORREÓN / SERGIO REYES
Desde hace 15 días, Vanesa acude a la farmacia de la Clínica 66 del Seguro Social con la esperanza de encontrar el medicamento para su madre, pero una vez más no estuvo disponible.
La mamá de Vanesa Lozano es hipertensa y el medicamento que necesita cuesta 500 pesos en el medio privado. "Tengo dos semanas viniendo a la farmacia, pero me dicen que no hay".
Derechohabientes de la Clínica 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguran que la escasez de medicamentos es un problema constante en esta unidad.
Ayer miércoles, El Siglo de Torreón realizó un sondeo entre derechohabientes que acudieron a la farmacia de la Clínica 66 para surtir sus recetas.
La queja recurrente es la falta de medicinas, pero también los malos tratos del personal de la farmacia. Blanca Valenzuela asegura que los trabajadores de este departamento no sólo son prepotentes sino que se ensañan con las personas de la tercera edad.
"No encontré el medicamento para regular el azúcar, es que soy diabética. Es la primera vez que me pasa, pero lo que he observado es que el señor de la farmacia trata muy mal a las personas".
A Blanca le indigna esa situación, "en el Seguro Social cuando no es una queja es otra; el encargado de la farmacia es muy prepotente y nada más dice 'no hay, venga tal día' y ya. Muchas señoras son grandes de edad, apenas pueden caminar y no saben cómo defenderse; me molesta mucho cómo las tratan".
Antonia Montaño tampoco encontró metformina, un medicamento que le receta el doctor para controlar la diabetes. "En la farmacia me dijeron que regresara el viernes, y nada se gana con quejarse porque las cosas nunca cambian".
Para disminuir un poco los malestares de su enfermedad, Antonia compra otro medicamento en el medio privado porque en el Seguro Social no está disponible, "en la farmacia nunca tienen los medicamentos caros, siempre nos dan paracetamol, dicoflenaco y ranitidina".
Una señora que no quiso dar su nombre por temor a represalias, comentó: "desde hace ocho días me recetaron calcio y otros medicamentos, pero no me urgen, me puedo esperar para el otro mes. Claro que no es correcto, pero muchas cosas son así y hay que aceptarlas".
Quejas
Las quejas de los derechohabientes son las siguientes:
⇒ La falta de medicamento.
⇒ En ocasiones tardan hasta un mes en surtir las recetas.
⇒ La gente debe comprar su medicina en el medio privado.
⇒ El personal de la farmacia es prepotente, y se ensaña con las personas adultas.
