"Number 9, Number 9, Number 9."
Lennon y McCartney
Han transcurrido casi 40 años del lanzamiento de Abbey Road, el último de los álbumes de los Beatles. Let It Be se difundió después, aunque en realidad había sido grabado antes. La disolución del grupo se anunciaría formalmente en 1970. La disquera EMI ha decidido sacar a la venta hoy (el 9 del 9 del 9) una versión remasterizada de los 12 álbumes originales de los Beatles así como de Magical Mystery Tour y los dos discos de Past Masters. Está lanzado también un juego de video, The Beatles Rock Band, que permite imaginar la experiencia de ser miembro del grupo.
Al contrario de Love, el disco producido en 2006 por George Martin para el Cirque du Soleil, que tenía nuevas e innovadoras mezclas, la nueva versión de la música de los Beatles es la misma que el cuarteto grabó en los años sesenta. La remasterización ha servido para limpiar y hacer más brillante el sonido. No se ha añadido nada nuevo. Los discos, sin embargo, nos permiten escuchar la música de hace cuatro décadas con una viveza que sólo la tecnología actual permite.
He escuchado ya algunas quejas acerca de la remasterización, que para algunos es un sacrilegio. Las grabaciones originales de los Beatles son consideradas reliquias, con todo y sus imperfecciones, por los más devotos fanáticos. Sin embargo, escuché algunas de las mismas quejas cuando se distribuyó por primera vez la colección de discos compactos que hoy son plenamente aceptados.
Yo ciertamente aprecio la calidad de sonido de los acetatos originales, que me transporta a los años sesenta, a pesar de los ruidos de la aguja sobre el plástico, pero escucho usualmente los CDs transferidos directamente de las grabaciones analógicas. La brillantez de las nuevas versiones remasterizadas, sin embargo, me ha impresionado.
Los Beatles han sido quizá el grupo de mayor éxito comercial en la historia de la música popular. Según Apple Corps. Ltd., la disquera que ellos formaron, se han vendido más de 600 millones de copias de los discos originales. La Beatlemanía de principios de los años sesenta alcanzó casi todos los rincones del planeta.
La importancia del grupo, sin embargo, va más allá que el volumen de ventas. Los Beatles no sólo cambiaron el rumbo de la música popular en los años sesenta, sino que se convirtieron en la mayor influencia para los artistas que vinieron después. Es difícil encontrar a algún músico importante desde los años sesenta que no muestre elementos tomados directa o indirectamente del cuarteto de Liverpool.
El legado de John, Paul, George y Ringo no se ha limitado a la música. La revolución de los Beatles cambió la ropa, el diseño gráfico, el comportamiento de los jóvenes y el peinado masculino. Incluso la popularidad de las drogas tuvo mucho que ver con el uso que hicieron de ellas.
La memoria es persistente en muchos casos. Frank Sinatra aún es escuchado. De Elvis Prestley dicen que sigue vivo. Michael Jackson ha gozado de un renacimiento tras su muerte. Madona encuentra siempre formas de mantenerse vigente con sus nuevas grabaciones. Pero la persistencia de los Beatles no tiene comparación.
Muchos jóvenes nacidos años o décadas después de la disolución de los Beatles son hoy entusiastas seguidores del grupo. Los nuevos discos remasterizados les permitirán no solamente tener un renovado acceso a su música, sino escucharlos con la misma calidad de sonido que puede tener la última banda de moda. Y esto bien puede lograr que la influencia del grupo de música popular más exitoso de todos los tiempos se alargue todavía más.
La Secretaría de la Función Pública vuelve a ser una contraloría y dependerá directamente de Presidencia. Turismo se incorpora a la Secretaría de Economía. A la Reforma Agraria se la reparten Sagarpa y la Sedesol. Hasta este punto los cambios no revelan ahorros de dinero para los contribuyentes. Habrá que esperar al presupuesto y al importante anuncio que el presidente dice ofrecerá en unos días.
