Militares y policías. Cientos de elementos del Ejército Mexicano, Policía Federal y corporaciones estatales y municipales se concentraron en Bernalejo de la Sierra en los días más fuertes del conflicto. EL SIGLO DE TORREÓN
A seis años del movimiento indígena que logró la recuperación de cinco mil 400 hectáreas de bosque en las localidades de Bernalejo de la Sierra en los límites de Durango y Zacatecas; 100 familias tepehuanas en su mayoría viven en ese lugar de la agricultura y la ganadería.
Mariano Soto Caldera, diputado local, aseguró que los indígenas sí aprovechan la superficie que les costó años recuperar y que los llevó a soportar el ser señalados como invasores de tierras, cuando siempre fueron los dueños de las hectáreas que por más de cinco décadas habitaron ejidatarios.
AUTOCONSUMO
"Las 100 familias que están en Bernalejo se dedican a la agricultura y lo que obtienen es para ellos y no para comercialización (...) también se produce pastura para el ganado que algunos tienen".
El legislador oriundo de Mezquital y maestro de profesión reconoció que cuando en 2003 se dio la movilización para posicionarse de esa porción de bosque, padecieron descalificaciones y rechazo de habitantes de comunidades de Zacatecas y Jalisco que colindan con esa zona de Mezquital. "Las fricciones con el tiempo se han ido acabando, ahora todo está en la normalidad y la gente vive de su trabajo", destacó.
HISTORIA Los últimos días de febrero de 2003 fueron decisivos en la determinación que mostraron tepehuanos de Durango.
En ese entonces instalarse en Pajaritos (territorio zacatecano) fue su única salida para hacer valer títulos virreynales que los citaban como propietarios de las miles de hectáreas que hasta entonces aparecían en registros oficiales como parte del ejido Bernalejo de la Sierra.
Las reacciones de los entonces gobernadores de Durango y Zacatecas, el priista Ángel Sergio Guerrero Mier y el perredista Ricardo Monreal, respectivamente, acapararon los titulares de medios de comunicación regionales y nacionales. A menos de 15 días de iniciadas las acciones, en específico un 10 de marzo de 2003, 200 campesinos de Bernalejo de la Sierra cedieron a la presión y se desplazaron por su seguridad hacia Jalisco, debido a que ni autoridades estatales ni federales lograron que los indígenas desistieran de su deseo de recuperar lo que siempre consideraron de su propiedad. Cercanos colaboradores del ahora ex presidente de la República, Vicente Fox Quesada, dedicaron semanas de trabajo y días enteros de estadía en la zona en conflicto para conseguir una solución.
Ésta llegó un año después con la definición y entrega de una indemnización a ejidatarios zacatecanos y el reconocimiento legal de los tepehuanos como dueños únicos.
A las conjeturas tempranas que se difundieron y que aseguraban que no se verían beneficios de la entrega de las cinco mil 400 hectáreas a los indígenas, con el paso de los años recibieron una respuesta: trabajo y compromiso de los nuevos posesionarios.
