LA COMERCIALIZACIÓN DE LA LECHE DE CABRA
La piedra angular de todo negocio es la comercialización de los productos que produce y es en este sector, el agropecuario donde más se acentúa dicha problemática, probablemente esto se deba en gran parte al no saber comercializar sus productos y subproductos de origen caprino, ya que este sector siempre ha presentado dicha problemática.
En años anteriores la principal causa por la que se sufrían las consecuencias de una mala planeación y en cierta forma por la estacionalidad de las cabras, era por la sobreoferta en la producción de leche en los meses de junio a septiembre, para lo cual las industrias acopiadoras de lácteo argumentaban que traían muy poca grasa, pues tenían a disposición excedentes de leche, si se le puede llama así. Por lo cual condicionaban el precio del litro de leche o en su caso llegaron a dejar de recibir el lácteo en perjuicio de los caprinocultores. Pero gracias a la globalización y a la apertura comercial, comenzaron a llegar nuevas empresas que mejoraron el precio del lácteo y a tener cierta seguridad en la estabilidad de esta actividad agropecuaria.
Otra de las prácticas que han mermado en la comercialización de la leche es la de los “ruteros” o acopiadores de la leche en el mismo corral, los cuales si bien han contribuido en la cadena comercial del sistema-producto, leche-cabra, también se han aprovechado de la ignorancia, pobreza y desorganización de los caprinocultores, ya que actualmente ellos son los que marcan el precio al producto lácteo -esto permitido por las empresas- ya que en algunos lugares llegan a pagar el litro de leche de cabra, hasta un peso menos del precio real que paga la planta industrial.
Es por eso que las pasteurizadoras deben poner más cuidado en estas personas y supervisarlas al respecto. Sería conveniente que las mismas empresas pusieran empleados que realizaran dicho trabajo.
Dichas plantas Pasteurizadoras o Industrias Lácteas, siempre se han preocupado por la calidad de la leche que reciben, lo cual para cada caso es compensada con premios y/o castigos, (más bien castigos), sin embargo se han dado cuenta que las pérdidas o mermas por leche de menor calidad, son tan grandes que afectan tanto a la planta como al caprinocultor y por lo tanto es necesario poner más cuidado en estas personas y supervisarlas al respecto, no sea que ellos sean los que estén bautizando la leche.
Así mismo se requiere ampliar o implementar los servicios de Asistencia Técnica para los proveedores-caprinocultores. Ya que la mayoría de ellos carece de esta esencial actividad, con ello se lograría capacitarlos para que produzcan leche de calidad, con el consabido beneficio para la empresa, pero también ésta se debe comprometer a comprar el producto y a mejorar el precio del litro de leche. Esto debe de ser un sistema Ganar-Ganar para los dos, (empresario-productor).
Si no se cuida la “gallina de los huevos de oro”, pronto se acabará, como está sucediendo con varios, que dejaron la actividad por los altos costos de los insumos y el bajo precio de la leche.