Operativo. Agentes de la Dirección Municipal de Seguridad Pública y de la Policía Estatal se turnan para vigilar en las inmediaciones del Arzobispado.
A raíz de la tan comentada declaración del arzobispo Héctor González Martínez, en la que señaló que Joaquín "El Chapo" Guzmán vivía en Guanaceví, se pensó que alguna autoridad mandaría vigilancia especial para protegerlo, sin embargo el prelado no la solicitó, pero después de que comentó que fue interceptado por unos sicarios en San Bernardo ya cuenta con un resguardo discreto que vigila tanto el Arzobispado como sus trayectos en la ciudad capital.
LO SIGUEN A TODAS PARTES
Ayer, cuando don Héctor González estuvo visitando una televisora local se constituyeron en el lugar varios agentes policiacos para resguardarlo.
Asimismo, en las afueras del Arzobispado se observa una vigilancia discreta por corporaciones locales y aún más o encubiertos por elementos de una dependencia federal.
NECESIDAD DE PROTEGERLO
Con esta situación se fortalece la versión, que no ha sido declarada oficialmente por alguna autoridad, de que algunos agentes de la Federación, en coordinación con elementos locales, estuvieron al pendiente de González Martínez para ir por él a media semana cuando éste estuvo visitando, en sus recorridos pastorales, algunas comunidades de la Sierra de Durango, precisamente las que colindan con el estado de Sinaloa, como lo es El Palmito y La Ermita.
Otras de las situaciones que pudieron hacer que tanto los agentes federales como los estatales se preocuparan sobre alguna amenaza directa o algún atentado en contra del religioso, fue la declaración que dio ante los medios de comunicación el lunes pasado, en relación a que cuando iba en compañía del párroco de San Bernardo por aquella localidad fue interceptado por un grupo de sujetos fuertemente armados que habían colocado un retén y que estaban revisando a toda la gente que pasaba por el citado lugar.
COMPARECENCIA También se habló mucho sobre la posibilidad de que el arzobispo debería interponer una denuncia en la Procuraduría General de la República (PGR) o que la misma dependencia federal debería citarlo para que declarara, sin embargo no se había dado contacto alguno entre elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y el prelado.
En esta semana se han visto agentes federales muy cerca del religioso, por lo que se presume que ya se dio el contacto y aunque de manera encubierta llevan a cabo un operativo de resguardo para el arzobispo.
