Seguridad. Aviones caza F-5E Tigres de la Fuerza Aérea Mexicana patrullan los cielos de la ciudad de Guadalajara previo a la inauguración de la cumbre de países de América del Norte en un espectáculo poco usual en esa ciudad.
Elementos de la Marina de EU sobrevuelan el espacio aéreo ante el inicio de la Cumbre
Helicópteros Blackhawk de la Marina de Estados Unidos sobrevolaron el espacio aéreo de Guadalajara, como parte de las medidas de seguridad que se han reforzado a 48 horas de que inicie la Cumbre de Líderes de América del Norte; mientras que por tierra, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó a elementos de su equipo especial en la detección de artefactos explosivos, una célula de perros que realizaron un operativo dentro y fuera del Instituto Cultural Cabañas, que será sede del encuentro.
A estas acciones se suma la presencia de militares -uniformados y vestidos de civil-, así como de policías federales y estatales que han sido apostados en diversos puntos de la zona Centro, que mañana y lunes será escenario de la reunión entre el presidente Felipe Calderón, el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper.
Sin embargo, la mayor presencia policial y militar se registra en las inmediaciones y dentro del Antiguo Hospicio Cabañas, que fue sobrevolado en un par de ocasiones por 2 helicópteros Blackhawk de las Fuerzas Armadas estadounidenses, cuyos tripulantes verificaron además las rutas que seguirá el presidente Obama en su estancia en Guadalajara, según indicaron fuentes del Gobierno Federal.
Señalaron incluso que los sobrevuelos de los marines estadounidenses podrían intensificarse hoy con el apoyo de aeronaves del Ejército Mexicano.
Además, la Sedena desplegó desde ayer a su fuerza especial canina, para reforzar la seguridad en el exterior y dentro del Instituto Cultural Cabañas, por lo que los elementos realizaron una inspección, en el que no se dejaron de revisar jardineras, casetas telefónicas y hasta botes de basura en la explanada del inmueble.
Estos canes son considerados estratégicos para la Sedena ya que están entrenados en la búsqueda y localización de explosivos, y son capaces de indicar el lugar exacto en el que está un artefacto o sustancia, ya que los perros tienen memorizados siete aromas básicos de explosivos como la pólvora negra, el hidrogel y hasta el detonante plástico C4.
La medida se adoptó, a pesar de que desde el martes se instalaron vallas metálicas que impiden acercarse a 30 metros del edificio, y de que el perímetro es resguardado por policías estatales, agentes federales y militares de civil.
Alrededor de las 13:00 horas, cuatro elementos caninos rastrearon las instalaciones del Instituto y el exterior.