Nueva tecnología. El presidente Evo Morales fija sus esperanzas en el litio ya queespera que en el país se fabriquen las baterías e incluso sueña con ensamblar autos que funcionan con baterías. En la imagen uno de los más recientes autos que funcionan con iones de litio.
Para Evo Morales, es la gran esperanza blanca-platino.
El litio. El más liviano de los metales. Con la mitad de la densidad del agua. Usado en teléfonos celulares, computadoras portátiles, las baterías del iPod y, en el futuro, en miles de automóviles eléctricos e híbridos llamados a transportar a la humanidad a un futuro con energía más limpia.
"El litio es una esperanza no sólo para Bolivia sino para todos los habitantes del planeta", declaró Morales, el presidente boliviano, en una reunión realizada en enero en París con el Grupo Bollore, una de varias firmas interesadas en extraer el metal de remotas salinas.
Bolivia tiene aproximadamente la mitad de las reservas de litio conocidas del mundo, según el Instituto Geológico de Estados Unidos, y Morales dice estar dispuesto a invertir 200 millones de dólares en su extracción.
Pero necesita un socio idóneo.
Además de Bollore, también se está hablando con los conglomerados japoneses Sumitomo y Mitsubishi.
Morales, sin embargo, fija condiciones que pueden ahuyentarlos a todos y hacer que el Salar de Uyuni siga siendo un vasto mar seco y cristalino, que brilla bajo los rayos del Sol, en el que nada ha cambiado desde hace miles de años.
Los bolivianos sienten que los capitales extranjeros se han aprovechado de ellos en el pasado, en la extracción de cobre, plata y estaño, y quieren asegurarse de que no se mantiene ese patrón. Morales desea que Bolivia fabrique las baterías de litio e incluso sueña con ensamblar aquí autos que funcionan con baterías.
"Esa historia tiene que cambiar, no es posible que no fabriquemos ni un alfiler", declaró el ministro de minas Freddy Beltrán.
Bolivia, no obstante, no tiene los conocimientos como para competir con Chile y Argentina, responsables hoy de más de la mitad de las 27 mil 400 toneladas métricas de litio que se producen en el mundo. China y Australia son también importantes productores.
Desde que llegó a la presidencia en 2005, Morales se ha asegurado de que el grueso de las ganancias que deja el gas natural quede en Bolivia. Ahora quiere que el litio ayude a crear una industria nacional.
"El Estado jamás va a perder la soberanía del litio", afirmó Morales. "Quienes quieran invertir, estén seguros que el Estado tiene que tener el control de un 60% de los ingresos".
Comibol, la empresa minera estatal boliviana, tiene en marcha un proyecto piloto de 6 millones de dólares para comenzar a producir el año que viene. Para acelerar el proceso, Bolivia pidió a Sumitomo, Mitsubishi y Bollore que integren un "comité científico" que determinará cuál es la mejor forma de explotar las 5.4 millones de toneladas de litio que se cree hay en las salinas.
"La mayor parte del litio que se usa hoy (con fines industriales) proviene de Sudamérica, porque es donde más fácil resulta su extracción", comentó Haresh Kamath, del Electric Power Research Institute de California.
La economía boliviana ya depende de la minería y la extracción de gas natural, industrias pesadas que producen contaminación, lo cual es aceptado porque genera ingresos y trabajos vitales en el país más pobre de Sudamérica. Fábricas de baterías o de automóviles aumentarían la contaminación, pero seguramente estarían ubicadas en zonas urbanas con alguna infraestructura y trabajadores disponibles.
Una posibilidad sería El Alto, la barriada pobre en las afueras de la capital que es una de las principales bases de apoyo de Morales.
La extracción de litio, por otra parte, llevaría gente a una de las regiones más remotas del mundo, un desierto ubicado a 3 mil 650 metros de altura, visitado únicamente por flamencos y algún turista. El metal, que se encuentra en aguas saladas a pocos metros de profundidad, sería depositado en estanques de evaporación y luego transportado en camiones.
Las máquinas que separan el litio pueden contener dióxido de sulfuro y otras sustancias derivadas del procesamiento del litio, el cual es transportado como carbonato de litio para ser usado en vidrios que resisten el calor, cerámicas y drogas antipsicóticas, además de baterías.
Marco Octavio Rivera, de la Liga de Defensa del Medio Ambiente, dice que todavía no se puede calcular el impacto ambiental, dado que no se conocen demasiados detalles de los planes de Morales. Pero indicó que si se lo extrae usando los mismos métodos que en Argentina y Chile, no causará tanta contaminación como las otras industrias mineras bolivianas.
El director de finanzas del Grupo Bollore, Thierry Marraud, declaró que su firma está preparando un detallado plan para desarrollar la industria del litio boliviana.
"Le dijimos (a Morales, en París), 'a usted le conviene procesar el litio, en lugar de exportarlo directamente''', indicó. "Si el presidente Morales quiere una planta automotriz, podemos ayudarlo. ¿Por qué no? No es imposible".
Koji Furui, ejecutivo de Sumitomo, dijo que esa firma mantiene conversaciones preliminares con Bolivia y que se siente optimista porque la empresa acaba de comprar la concesión de una mina de plata cercana.
Mitsubichi sostuvo que sus contactos con Bolivia ya superaron la etapa preliminar, pero no dio detalles.
Ninguna de las firmas japonesas se ha comprometido a fabricar baterías en Bolivia y analistas de la industria creen que no hay muchas posibilidades de que ello suceda.
"Las tecnologías para las baterías de litio ion y de níquel e hidruro metálico son de las más resguardadas", expresó el consultor Jack Lifton. "Los coreanos y los japoneses no exportan estas tecnologías, ni siquiera a los Estados Unidos".
La fabricación de baterías es una actividad que requiere mucho capital, muy automatizada, que genera pocos empleos y exige casi la misma precisión que la industria de semiconductores. Por otro lado, los fabricantes de autos generalmente quieren batería hechas en plantas vecinas.
La velocidad con que Bolivia podrá comenzar a explotar sus depósitos de litio dependerá de varios factores: el plan de rescate de la industria automotriz estadounidense, de si Chevrolet consigue vender su auto Volt a 40 mil dólares, de si los precios de la gasolina en Estados Unidos trepan de nuevo por encima de los tres dólares el galón (cuatro litros), según Bill Moore, editor de la publicación digital sobre vehículos eléctricos EVWorld.
Otros analistas consideran que los precios de la gasolina tendrán que subir todavía más para que se cumpla el objetivo del presidente Barack Obama de que para 2015 haya un millón de automóviles híbridos recargables eléctricamente en la calle.
Obama, por otra parte, asignó 2 mil 300 millones de dólares a la producción de baterías en Estados Unidos, lo que podría reducir la demanda de baterías importadas.
El principal productor chileno, SQM, dice que abastece un tercio del mercado mundial y que completó una expansión de su capacidad que le permitir producir 40 mil toneladas métricas de carbonato de litio al año, suficientes para alimentar 5 millones de vehículos que emplean las tecnologías actuales.
Es relativamente fácil trasladar y refinar el litio chileno de las salinas de Los Andes y despacharlo en barcos de carga hacia Asia y Estados Unidos.
Bolivia, en cambio, no tiene salida al mar y podría tomar años la mejora de sus carreteras y de su infraestructura. Marraud indicó que serán necesarios al menos dos años para identificar los depósitos y construir plantas procesadoras.
Dadas estas dificultades, los bolivianos no deberían exigirle demasiado a sus socios extranjeros, según Juan Carlos Zuleta, analista boliviano.
"La población podría exagerar sus solicitudes y sus demandas y finalmente podría conducir a que el negocio se vaya a otro lado", señaló.
