La aviación paquistaní bombardeó posiciones de la milicia del movimiento Talibán en la norteña región de Waziristán, en preparación a una operación terrestre tras la ola de atentados de los últimos días que ha dejado más de 100 muertos.
Los ataques se concentraron en Waziristán del Sur, cerca de la frontera con Afganistán, donde están refugiados miembros de la milicia Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) y de la red Al Qaeda, responsables de los recientes atentados.
"Se ha producido un fuerte bombardeo que tenía como objetivos algunos escondites de milicianos así como de los líderes tribales favorables al Talibán", afirmó un responsable de Inteligencia en la región, bajo condición de anonimato.
El canal de televisión privado Geo TV informó que al menos dos líderes tribales pashtunes perdieron la vida en los bombardeos previos a una operación a gran escala que alistan las tropas terrestre.
El ministro paquistaní del Interior, Rehman Malik, aseguró ayer que hay una gran operación inminente para expulsar a milicianos del TTP (Movimiento Talibán en Pakistán) de Waziristán.
"Al jefe del Ejército ya se le ha dado la orden de realizar la operación en el momento oportuno. No va a tardar, será lo más pronto posible", subrayó Malik en una conferencia de prensa en Islamabad, según un reporte de la agencia informativa paquistaní APP.
El ministro del Interior dijo que la ofensiva a milicianos no es una cuestión de elección, sino que es necesaria para garantizar la seguridad de los civiles.
Las evidencias recopiladas sobre los recientes atentados terroristas en Peshawar, Islamabad y Rawalpindi han demostrado la responsabilidad de Al Qaeda y el TTP, subrayó.
Insistió en que el Gobierno ha tomado la decisión de emprender la operación militar en Waziristán para eliminar a todos los terroristas y milicianos. "Ya está decidido y la operación es inminente", insistió.
"Son enemigos del Islam y de Pakistán. Son asesinos a sueldo. Su objetivo es desestabilizar Pakistán y llevar miseria al pueblo, pero los erradicaremos", subrayó el funcionario al término de un homenaje a las víctimas del ataque a instalaciones del Programa Mundial de Alimentos.