Tragedia. Un hombre llora luego de que su hermano muriera en un atentado en Peshawar. AP
Un automóvil cargado de explosivos estalló ayer en el Noroeste de Pakistán cuando la Policía trataba de extraer un cadáver del vehículo, dijeron las autoridades, y la explosión mató a ocho personas. Otras dos bombas mataron a siete personas en otros puntos de la región, en medio de una creciente preocupación internacional por la inestabilidad de este país provisto de armas nucleares.
Simultáneamente, las autoridades dijeron que investigaban versiones de que un avión teledirigido estadounidense se estrelló en la región tribal. Se cree que esos aparatos no tripulados son operados por la CIA y que a menudo lanzan ataques con cohetes contra blancos de milicianos dentro de Pakistán.
Los ataques tienen lugar días después que un grupo armado atacó a la selección de cricket de Sri Lanka en el Este de Pakistán, y poco antes de las previstas manifestaciones antigubernamentales encabezadas por el principal partido de la Oposición, cuyo líder fue recientemente proscrito de cargos electivos.
La creciente inestabilidad política preocupa a funcionarios estadounidenses y occidentales quienes desean que Pakistán se concentre en la lucha contra los milicianos. Se cree que combatientes de Al Qaeda y el Talibán tienen bases en el Noroeste de Pakistán desde donde planean ataques contra fuerzas de EU y la OTAN en la vecina Afganistán, además de blancos en el mismo Pakistán. Los milicianos han lanzado numerosos ataques contra fuerzas de seguridad cerca de la frontera afgana.
